Áridos: unas 130 familias monopolizan el negocio en el departamento de La Paz

Desde la Secretaría Municipal de Medio Ambiente de La Paz alertan de los riesgos de la explotación de estos recursos no metálicos y mencionan entre ellos la alteración del paisaje natural, erosión de taludes por socavamiento con maquinaria pesada, desvío del curso del río y modificación del caudal del afluente donde operan.

La Paz. Areneros en el sector de Chuquiaguillo y el río Orkojahuira.
La Paz. Areneros en el sector de Chuquiaguillo y el río Orkojahuira. Foto: Jorge Quispe
  

En La Paz, Palca y Mecapaca, 130 familias monopolizan el negocio de la extracción de áridos. “No te dejarán entrar”, alerta el “arenero” Inocencio Limachi en Río Abajo. Los lugareños aprovechan el conflicto de límites territoriales para evadir obligaciones.

En las márgenes del río Orkojahuira trabaja desde hace medio siglo la Cooperativa Río Chuquiaguillo, donde 30 comunarios hijos de los primeros pobladores acaparan este negocio. “Nuestros padres fueron los primeros y ahora estamos los hijos. Somos diferentes familias”, corrobora Santos Apaza, uno de los dirigentes de esta cooperativa, delante de una tranca metálica que evita celosamente que desconocidos entren al río donde retroexcavadoras y camiones operan desde las 05.00.



A una hora y media, al sur, en Lipari, en el municipio de Mecapaca, otros también explotan arena fina, arena corriente, gravilla, cascajo, piedra manzana y piedra bruta, materiales de construcción muy cotizados en La Paz.

Espere…

“Todos en este lugar somos hijos de comunarios. No puede venir usted con su capital y entrar; no le dejarán, porque debe ser del lugar”, ratifica Limachi respecto a la procedencia de los areneros en Río Abajo.

En esa zona, además en Lipari, Ananta, Jupapina, Carreras y Valencia, hay una sobreexplotación de estos recursos naturales no metálicos. La Alcaldía anuncia que cobrará impuestos amparada en la Ley 3425, de 2006.

En ese rincón de Mecapaca hay unos 100 areneros, de acuerdo con Limachi. “Son hartos, somos más de 100; algunos incluso tienen sus chancadoras (maquinaria que tritura piedras)”, avisa el trabajador, que es secretario general de Lipari.

La Razón / Jorge Quispe / La Paz