El nuevo albergue municipal de canes y gatos atendió 2.098 consultas en su primer año

El centro acaba de cumplir un año. Ahí se hace servicio de clínica y también de zoonosis. Protectores de animales creen que es más un lugar de control de zoonosis que albergue porque ahí no se da la figura de adopciones de animalitos



Gina Justiniano

A la altura del octavo anillo, por el canal Guapilo hace un año se inauguró una nueva estructura con el nombre de Centro de Albergue Municipal para Canes y Felinos. Las instalaciones se ven nuevas y limpias y en el ingreso Flor, una perrita callejera con uñas rosa, del mismo tono de su collar, sale a dar la bienvenida. Adentro actualmente hay una treintena de perros, que ocupan los espacios distribuidos de la siguiente manera: 2 caniles grandes (especie de jaula) para perros temporales; 14 caniles para perros mordedores y 8 para sospechosos de rabia, además de espacios para perros de clínica. A lo que se suman 9 gatiles para gatos con sospechas de rabia y 9 gatiles para clínica.

“Este es un centro municipal de zoonosis, donde mayormente se realiza control de rabia y se alberga animales callejeros de las zonas focales, por eso se le dice albergue”, aclara América López, directora del centro y detalla que ahí se trabaja bajo las normas de profilaxis, de acuerdo a la ley municipal 037 de 2015, poniendo atención más que todo en el tema de control de rabia, mal que puso a los cruceños en alerta en 2017 cuando se registraron 556 casos positivos de rabia canina. El año pasado se redujeron considerablemente a 93 y en lo que va de 2019 apenas se ha registrado un solo caso.

“Nos basamos en perros callejeros de zonas focales (lugares en donde se registró algún caso positivo de rabia canina). Hacemos recojo de esas zonas y los animalitos que tienen dueño y estos aparecen a reclamarlos, son devueltos esa misma semana. Los que no tienen dueño y ya cumplieron su periodo de observación de 14 días, se los damos a las personas que los requieren, con un compromiso de que se lo están llevando de buena fe y queda un registro de a dónde está yendo a parar el animal” explica López.

En cuanto a los animales de contacto, es decir, aquellos que convivieron con uno que dio positivo a la rabia, en palabras de la directora, “se les da el descanso digno”, que consiste en una eutanasia humanitaria con una inyección a base de un tranquilizante, una vez se seda al animalito se le administra vía intravenosa la inyección letal. “Es por un tema de salud pública, para evitar riesgos en la familia y se inmuniza a todos los integrantes del hogar”, este último ya es trabajo del Sedes.

En el centro se ha implementado también una clínica veterinaria donde se hacen esterilizaciones y castraciones total mente gratuitas. El año pasado se atendieron 2.098 perros y gatos para diferentes consultas como control de desparasitación, dotación de vitaminas, vacunas antirrábicas y curaciones. Además de atender llamadas de denuncias que se hacen al 3266091.

Protectores de animales

“Tiene nombre de albergue, pero no se está albergando a los animales ahí. Se debe cambiar el concepto de ese lugar y se le debe dar la función que corresponde porque un albergue es un lugar de acogida, de salud, donde se promociona las adopciones de esos perritos que llegan. Ahí no hay nada de eso. ¿A dónde van a parar los animalitos?”, cuestiona Roberto Sandro Fernández de Soprama, quien subraya que se debe cambiar el nombre de albergue por centro de zoonosis, pues ahí se abocan al control de foco de contagio de rabia.

“Más bien se debe trabajar en la esterilización y en sancionar a los dueños que no hacen vacunar a sus perros. Yo he solicito cárcel para la gente que no vacuna a su perrito”, concluyó.

Fuente: eldeber.com.bo