Hay quienes insisten en comparar a algunos líderes políticos con Jesús y aquello se está volviendo algo fastidioso en nuestro país. Bastaría con hacerle la prueba de resurrección a los candidatos a dioses, pero seguramente nadie lo aceptará, aunque no hay duda que la población aclamaría con algarabía semejante idea. Pero hay otras señales que otorgan la seguridad de que ningún político “de raza” hubiera actuado como Jesús. Ni el más cándido hubiera desaprovechado la oportunidad de convertirse en el líder que los judíos estaban esperando para enfrentar a los romanos. Cambiar de libreto, recurrir al transfugio y montarse a la ola de la popularidad es la especialidad de cualquier dirigente. En segundo, lugar, cuando le mostraron la moneda con la cara del César, Jesús la devolvió. Si se hubiera tratado de un vulgar politiquero… adivine qué hubiera hecho con aquel dinerito. De la misma manera, un político jamás hubiera echado del templo a latigazos a los comerciantes. Les hubiese cobrado impuestos y encima de eso los habría inscrito en su partido para que voten por él y consigan más militantes.
Fuente: eldia.com.bo