Assange vivió en la embajada ecuatoriana en Londres durante casi siete años. Con la retirada del asilo diplomático para el fundador de WikiLeaks, el presidente de Ecuador espera ganar puntos a nivel internacional.
El presidente ecuatoriano lo interpretó como su contribución a la lucha por la libertad de prensa, lo cual es tanto más sorprendente sabiendo que Correa tomaba medidas duras contra los periodistas en su patria y cerraba medios de comunicación de la oposición. El mensaje de Correa, a medio año de las elecciones presidenciales en Ecuador, era: Miren, yo sostengo mi mano protectora sobre Julian Assange y lucho incluso contra el imperio estadounidense y por la libertad de prensa.Moreno se libra de la sombra de CorreaCon la siguiente peculiaridad en la relación entre Julian Assange y Ecuador, el fundador de Wikileaks no tiene nada que ver. Pero es la que se convirtió en su perdición.Lenín Moreno, que fue vicepresidente de Rafael Correa de 2007 a 2013, lo sucedió en 2017. Muchos ecuatorianos sospechaban que Moreno era solo una marioneta de Correa y que continuaría la política de su predecesor, quien seguiría moviendo los hilos en el fondo. Moreno quiso poner fin a este prejuicio. Y lo hizo vigorosamente. Toda la política interior y exterior que Correa defendió durante los diez años de su presidencia fue cuestionada por Moreno.
El antagonismo entre Moreno y Correa le cuesta a Assange el asilo y la libertad. Moreno se desplaza hacia la derecha en política exterior, rompe con la Alianza Bolivariana y toma un rumbo neoliberal en la economía. Funcionarios bajo sospecha de simpatizar con Rafael Correa son despedidos. Haciendo «tabula rasa», pretende que nada recuerde la «revolución ciudadana».La despedida paulatina de AssangeA más tardar cuando el personal de la embajada interrumpe su acceso a medios de comunicación en marzo de 2018 por haber interferido en los asuntos de otros países, cuando le exigen nuevas normas de conducta y cuando tiene que pagar él mismo el alojamiento, la atención médica y la lavandería (junto con la advertencia de que una violación de las normas podría dar lugar a la retirada del asilo), queda claro que el fundador de Wikileaks ya es sólo un invitado indeseado. A partir de entonces, Moreno deja entrever una y otra vez que preferiría deshacerse de Assange cuanto antes. y se dice que también habló de ello con Estados Unidos.La retirada del asilo diplomático y la detención de Assange, con imágenes que recorrieron todo el mundo, es el punto final. El mensaje de Moreno es: Miren, por fin he reinsertado a mi país en la comunidad internacional y, por cierto, he humillado al máximo a mi enemigo favorito, Rafael Correa.(gg/er)
Fuente: www.dw.com
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