Bandas y mariachis en la ciudad, los gustos de la gente cambian con el paso del tiempo

Bandas-y-mariachis-en-la-ciudad,-los-gustos-de-la-gente-cambian-con-el-paso-del-tiempoEstos grupos musicales tienen como punto de contacto la zona del Avión Pirata, y aifrman que la modernidad y la tecnología ha influído en los gustos de la población cruceña.

Artistas distintos con una misma pasión “la música”, algunos a las bandas típicas orientales, otros al mariachi mexicano, personas comunes que ganan el pan del día a día como mejor lo saben hacer que es produciendo música desde muchos años sin perder la sonrisa y carisma que los caracteriza. Cuentan que con el paso del tiempo el rubro se ve afectado por distintos factores, relatan la situación en la que están viviendo sin dejar de lado las esperanzas de hacer lo que hasta el momento les genera el sustento para ellos y sus familias.
Solo queda seguir adelante. Rubén Vaca, integrande de la bande de musica «Los Cambitas», se dedica solamente a tocar. Tiene dos hijos y esta separado desde hace siete años, vive solo y los mantiene siendo padre y madre para ellos, lleva diariamente dinero gracias a este rubro.
Es miembro de un grupo o conjunto desde hace veinte años, toca la batería, timbales, bombo y tambor.
Al mal tiempo buena cara.“La situación de las bandas ha disminuido en cuestión de contrataciones a comparación de 10 años atrás”, afirmo Rubén. Antes las «tocadas» duraban de 10 a quince horas en la amenizaron de un acontecimiento ya sea en campo o ciudad, normalmente las bandas tocaban en el campo en la mayoría de casos y con  una duración de quince hora. Los compromisos ahora son por dos o tres horas en la ciudad en estos últimos años, por ende se esta perdiendo el interés por escuchar una banda de música oriental, Puede ser por culpa de la tecnología, generaciones nuevas, o conjuntos musicales modernos, la demanda esta dismuyendo considerablemente al igual que la tradición.
La importancia de una fecha. El mes de agosto es cuando más trabajo tienen por las fiestas notables e inconfundibles como son el de la Virgen de Urkupiña o la de Copacabana, llegando a tocar todo el mes donde se den estos acontecimientos, otras fechas también importantes son en carnaval, fin de año, 24 de septiembre igual de importantes por la alta demanda en la jornada laboral. Llegando a ser constratados hasta por 15 horas, sobretodo en poblaciones aledañas a la ciudad.
Cuestión de gustos, solo el tiempo decide. Hoy en día no hay diferencia en el género de música exigida por el público que ambos bandos tanto el occidente como en el oriente escuchan los mismos ritmos.
También dependiendo la edad de quien contrata o festejado exige canciones de sus épocas, como por ejemplo de los 80, 90 o últimos años. Las personas que llegan a vivir a  Santa Cruz se adaptan al estilo y genero musical que esta dándose en la ciudad lo mismo pasa cuando alguien viaja al occidente, termina adaptando tarde o temprano el estilo o género que se este dando por esos lados.
Si se organizan, pueden todos. Rubén asegura que intentaron conformar una asociación de 50 bandas desde hace un tiempo y de esta manera ser respaldados por la alcaldía, pero el problema entre ellos es la coordinación y entendimiento que es notorio a la hora de trabajar siendo preocupante la escasez de empleo de algunos en tema de contrataciones, exigiendo igualdad.
Ellos por el momento no necesitan permiso de funcionamiento como un negocio por no tener una oficina, siendo el punto de contacto la plazuela del avión pirata en el primer anillo desde hace ya varios años.
Como usted quiera, todo se puede. Los instrumentos son tocados manualmente sin ningún tipo de tecnología ni amplificación ni nada por el estilo, conformado principalmente por seis músicos quienes tocan los artefactos dependiendo de la preferencia del usuario que pide que sean autóctonos tradicionales o instrumentos corrientes de percusión y viento, también cuentan con uniforme de grupo o una polera con cuello y pantalón.
Acuden diariamente a la plazuela  con sus instrumentos, cuando la banda hace su presentación y el cliente queda satisfecha este mismo recomienda a sus conocidos y allegados a esta banda para tener mas contratos, son estas formas las mas comunes para hacerse publicidad, por otro lado  cuentan con cuentas en Facebook pero no es tan fiable como las anteriores opciones, según indican.
Hablemos de dinero. La forma de pago es dejando un adelanto en el momento de conversar con el dueño o encargado de la banda y la otra mitad es cancelada al finalizar el show musical, el precio de una hora es de 300 bolivianos en fines de semanas con seis personas que tocan a gusto del cliente. A la hora de repartir el dinero percusión contrae un monto distinto al resto, viento gana dos o tres bolivianos más que percusión, entre semana suelen tocar dos o tres horas pero los días con «bendición» son sábados y domingos con el doble de horas.
Son otro nivel y forma de trabajo. Las bandas con antigüedad notable dejaron de acudir a la plazuela debido a su popularidad entre la sociedad y son contratadas con antelación teniendo el año completo ocupado en todas las fechas y eventos importantes estables, estas bandas ya no son conformadas por seis músicos sino por diez aumentando su número considerablemente al igual que el precio de retribución, como pan de arroz un grupo de tantos.
El mariachi de Guadalajara. Benjamín Silva Vargas de 53 años lleva desde sus 22 años en el grupo de mariachi tocando y participando en el rubro, “aún existe la demanda del mariachis para amenizar los eventos, no es tanta como antes pero sigue habiendo trabajo a comparación de años atrás que era abundante los contratos y esto se debe a la aparición de competencia en la ciudad”, dijo Vargas.
El cliente siempre tiene la razón. Después de muchos tiempo y gracias a la clientela fiel que tiene, el trabajo no le falta ni propuestas con años de propiedad del grupo mariachi Guadalajara, tiempo completo dedicado a la música sin ningún otro oficio u ocupación pero antiguamente vendía movilidades de segunda mano en otros tiempos.
La agrupación esta conformada por dos trompetas, un acordeón, dos guitarrillos, un bajo, dos guitarras, la elección del cliente es libre pudiendo aumentar hasta doce integrantes en caso que lo desee con dos o tres violines si la retribución es reciproca obviamente, también podría añadirse bailarinas. La actuación cuesta 750bs. con un repertorio de doce canciones dando la elección de cantarlas todas juntas o en dos partes, todo eso en el transcurso se máximo 40 min. depende del agasajado.
El trabajo no es regular siendo un día bueno con tres a cuatro contratos como otros sin ninguno pero los sábado siempre son solicitados, pudiendo tocar cuatro veces en la misma noche.
Tocamos para todo tipo de personas. “Las rancheras de antes se están perdiendo, la gente hoy en día quiere cumbia sin importar la edad y es muy raro que algunas personas pidan temas de artistas de épocas anteriores en este caso serían personas mayores, personas con mas de 50 años que aún añoran sus épocas”, fueron las palabras de Benjamín.
Siempre legales ante todos. No reciben ningún tipo de ayuda de la alcaldía siendo autónomos con licencia de funcionamiento de su establecimiento correctamente autorizado para funcionar como negocio, no facturan por que los clientes antiguos ni nuevos no acuden al negocio siendo un lugar donde pueden ir a contratarlos debido a la tecnología que usan manejando el negocio por Facebook, Whatsapp o llamadas, todas.
Las contrataciones son por esos medios. Hubo una época donde no existían estas plataformas y la situación era contraria. Hoy la forma de pago es al finalizar el show, así de rápido y eficaz es la forma de trabajo de Benjamín junto a su grupo. No usan ningún tipo de aparatos ni micrófonos para sus espectáculos siendo algo artesanal y único «a lo mero mero mariachi».
Fechas con mayor demanda de trabajo. El día de la madre es la fecha más importante junto al del padre siendo jornadas con mucha demanda. Antes existía otro mariachi, «Guadalajara» en la avenida Cañoto, de dueños mayores pero nunca registraron su negocio, “Todo esto empezó cuando un sobrino me hablo para tocar en un cuarteto, en esa época no existían tantos grupos como ahora sin sobrepasar los seis o siete en Santa Cruz y se tocaba de diez a doce horas diarias en esos tiempos” dijo Benjamín.

Fuente: eldia.com.bo