El Gobierno quiere volver a este método para erradicar la producción que, según la Oficina de Drogas de Estados Unidos, se estancó
Dudan de efectividad
Colombia fumiga cultivos ilícitos con glifosato desde 1984 y a pesar de esto la presencia de coca ha sido constante. La aspersión aérea con este herbicida se mantuvo hasta finales de 2015 cuando el gobierno de Juan Manuel Santos la interrumpió como respuesta a un fallo de la Corte Constitucional que apela al principio de precaución y ante las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que califican el glifosato como potencialmente cancerígeno.Por eso, el debate sobre el uso de este agroquímico tiene al menos tres aristas: la salud, el medio ambiente y su efectividad para reducir los cultivos ilícitos, esta última puesta en duda por varios expertos.
En cuanto a sus efectos en la salud, el gobierno confía en que los estudios no son concluyentes y que, como señaló Duque, contemplarían “técnicas de aspersión con precisión para no producir efectos dañinos de las personas”. Para el Gobierno, la aspersión es la vía más rápida de derrotar la siembra de coca, pero las cifras indican que no existe una correlación de efectividad. El 2007 fue uno de los años de mayor fumigación, y a pesar de esto, las hectáreas llegaron a 150 mil. Por otro lado, el fallo de la Corte prohíbe que las aspersiones se hagan en zonas de reserva forestal o parques naturales, lugares donde los grupos armados han ubicado los cultivos. Una razón más para dudar de la efectividad de las fumigaciones aéreas.
Jerry McDermott, cofundador del centro de investigación de crimen organizado, InSight Crime, dice que las fumigaciones podrían atomizar los cultivos ; pero no tendrían un impacto a largo plazo y sí alimentarían el conflicto armado. “Históricamente, la fumigación aérea fue una de las mejores herramientas de reclutamiento de la guerrilla. Esto es grave porque hay jefes guerrilleros como Iván Márquez o El paisa, que en cualquier momento podrían salir del proceso de paz y si ellos salen y la fumigación regresa, nosotros creemos que hasta mil guerrilleros podrían irse con ellos”.
La aspersión aérea con glifosato no es el único método que ha utilizado Colombia para erradicar los cultivos ilícitos. Actualmente, el gobierno hace erradicación manual a través de auxiliares de policía y campesinos de bajos recursos contratados para retirar la mata de coca. Pero ante la presencia de minas en las zonas de cultivos, instaladas por grupos armados y disidencias, tan solo en 2018 murieron seis de estos erradicadores y otros 66 resultaron heridos.
Los otros mecanismos son la fumigación terrestre con glifosato; fumigación con drones a baja altura y el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos, que se creó durante los acuerdos de paz con las Farc y que involucra a cien mil familias campesinas que reciben subsidios para cambiar la coca por otros productos. Dejusticia le pide a Duque que refuerce este último para “incentivar el desarrollo rural”.
Pero el gobierno está decidido a la aspersión y se propone reiniciarla en 16 semanas. El debate promete ser largo y aún no es claro cómo se reactivarán las fumigaciones pues para hacerlo, Duque tendrá que demostrarle a la Corte que ha cumplido con seis protocolos exigidos que garanticen que no habrá riesgos sobre la salud y el medio ambiente.
Fuente: elpais.com