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Nina, que quiere convertir el Museo de Orinoca en una cárcel para los corruptos, centra sus primeras propuestas en dos aspectos, salud y educación. En primera instancia cree que el Estado debe financiar un programa de salud sin fijarse cuánto tiene erogar y sobre educación plantea abrogar la Ley Avelino Siñani, la que considera insuficiente.Israel Rodríguez es más conservador, pese a que ha hecho noticia al proponer pena de muerte para asesinos y corruptos -algo que también en su momento planteó el acompañante de fórmula de Ruth Nina, Leopoldo Chui- no solo mantendría los bonos, sino crearía uno nuevo: el bono al emprendedor. Ya lo bautizó como “Primer Aporte” y estaría destinado a microempresarios emprendedores, previo a estudio. Si hay algo que tienen en común todas estas candidaturas es que para aplicar alguna de sus propuestas habría que hacer una reforma constitucional. Algunas son cirugías mayores, como el país federal que plantea Jaime; otras son de pedido casi unánime, como la reforma a la manera de designación de autoridades judiciales. Hay otras más que serían controvertidas, como ampliar la pena máxima de 30 años a cadena perpetua o la pena de muerte.Más arribaÁlvaro García Linera, vicepresidente y candidato a seguir en el cargo, explica las propuestas disruptivas -se refirió en específico a Cárdenas- como una necesidad de ser escandalosos para romper el techo del 1%. También tiene una explicación para la falta de novedad en los que aparecen mejor perfilados en las encuestas: la población no está apetente de cosas nuevas porque está contento con lo que tiene. Por eso, en el caso del oficialismo, lo que planea es terminar la tarea ya iniciada, consolidar la industrialización del Estado para consolidar a Bolivia como país de ingresos medios.García Linera ve una especie de ‘sentido común del Estado’, cosas que no van a cambiar aunque ellos abandonen el poder el 22 de enero. Eso no es del todo compartido dentro del Gobierno. Por ejemplo, Manuel Canelas, ministro de Comunicación cree que es un error y lo dice mirando hacia los vecinos. Recuerda que Mauricio Macri ganó el poder en Argentina con la promesa de mantener muchas de las cosas que instauró el kirchnerismo, pero una vez en el Gobierno, trató de borrar casi todo.
Canelas está convencido que con la estabilidad económica no alcanza para ganar de nuevo las elecciones y asegura que el presidente Morales ya anunció las bases del ajuste a la Agenda del Bicentenario: Completar el triángulo energético con el litio -además de hidrocarburos y electricidad- e iniciar un nuevo triángulo de propuestas enfocada en los jóvenes con formación, trabajo y vivienda.Mesa, en una entrevista con EL DEBER Radio, pasó de las cosas que no hará (no quitar los bonos, no privatizar las empresas estatales, no quitar el segundo aguinaldo ni volver a la vieja política) a esbozar algunas de sus propuestas de campaña. Lo primero es reformar la justicia a través de un referendo que quite del cargo a los actuales. En lo social, reformar la educación en base a mediciones que permitan la comparación con otros países. Sobre el extractivismo, inyectar tecnología a minas y exploración petrolera para no tener la necesidad de ampliar las áreas de explotación y exploración y equilibrar el crecimiento -muy cargado a la inversión estatal- atrayendo inversión extranjera a través de reglas claras.El programa de Bolivia Dice No es casi un secreto. Vladimir Peña explicó que está en construcción y se basa en un trabajo que hizo Demócratas, el núcleo de la alianza, en 2018. “Nuestra primera propuesta es cambiar a este Gobierno, dotarle al país valores republicanos, federalizar el modelo autonómico, implantar un modelo social de desarrollo que universalice los servicios básicos, transformar el sistema de justicia en base a meritocracia e idoneidad”, sintetizó. Esta no será la última palabra de los candidatos. Hasta el 19 de julio, esas primeras propuestas serán validadas -científica o empíricamente- y muchas serán reemplazadas antes de plasmarse en el programa de Gobierno oficial.EL DEBER / Pablo Ortiz