Boliviano que fue condenado a muerte en Malasia es liberado y tramita su retorno al país

Cinco años y nueve meses permaneció recluido el boliviano Víctor Parada en Malasia. Su madre, Silvia Vargas, agradeció las gestiones del Gobierno del presidente Evo Morales para tramitar su liberación

Víctor junto con una de sus hermanas antes de ser deportado de España.
Víctor junto con una de sus hermanas antes de ser deportado de España. Foto: El Mundo
  

El boliviano Víctor Parada, quien fue condenado en enero de 2018, en Malasia, a la pena de muerte porque intentó introducir a ese país asiático 450 gramos de cocaína, fue liberado y actualmente tramita su retorno a Bolivia, reveló su madre Silvia Vargas.

«Está en la carceleta de Migración (de Malasia) cerca del Aeropuerto», indicó Vargas vía telefónica al programa nocturno Posdata que se difunde por Radio Televisión Popular (RTP). La madre, quien radica en España, recordó que su hijo permaneció encarcelado cinco años y nueves meses.



Emocionada y feliz, dijo que espera que el caso de su hijo se convierta en un ejemplo para que los jóvenes eviten inmiscuirse en temas ilegales. «He luchado durante tanto tiempo por mi hijo y ahora quiero que él sea un hombre de bien», dijo.

“Me siento emocionada, feliz, algo que no lo puedo creer”, señaló.

El caso de Parada se conoció en febrero de 2018 y tres meses después el presidente Evo Morales aseguró que se habían abierto varias vías de solución para rebajar la pena. «Hicimos las gestiones necesarias, aunque respetamos la legislación interna de Malasia», afirmó el mandatario boliviano en aquella ocasión.

Vargas agradeció las gestiones del Gobierno para conseguir la liberación de su hijo y de instancias como la Cancillería que apoyo con un equipo jurídico que logró defender el caso de Víctor Parada.

“Me siento emocionada, feliz, algo que no lo puedo creer. Agradezco a la Cancillería, a todo ese equipo que ha trabajado para que se haga realidad que mi hijo esté libre. Doy gracias a Bolivia, doy gracias al Gobierno, doy gracias a todos. No cabe en mi pecho el agradecimiento que tengo”, señaló.

No obstante, lamentó no poder viajar hasta el país para ver a su hijo debido a problemas económicos por una enfermedad que la aquejó durante mucho tiempo, aunque dijo que «ahora estoy de maravilla».

Otro aspecto que favoreció a Parada es la decisión del Gobierno de Malasia de abolir la pena de muerte, la cual asumió en octubre de 2018.

La Razón Digital / Paulo Cuiza / La Paz