Superada la fiebre de la Copa América, Lima abre este viernes los XVIII Juegos Panamericanos, en los que se anticipa una lucha sin cuartel entre Brasil y Canadá por el segundo lugar, sin posibilidad de superar al líder histórico, Estados Unidos.
La antigua capital virreinal, de 10 millones de habitantes, ha olvidado temporalmente los problemas políticos y se colocó en modo Panamericanos días antes del inicio del evento que congregará a 6.680 deportistas del continente y a unos 175.000 turistas de todo el mundo.
“En estos Panamericanos hemos trabajado muy fuerte para cumplir con un compromiso de Estado de Perú para tratar de llevar los mejores Juegos posibles”, dijo el presidente del Comité Organizador, Carlos Neuhaus.
Por primera vez desde 1971, Cuba llega a los Panamericanos sin ser la segunda potencia continental, condición que perdió en Toronto-2015 al terminar en el cuarto puesto, por debajo del anfitrión Canadá y de Brasil.
Con 1.948 oros acumulados desde 1951, Estados Unidos parece insuperable en esta justa, que culminará el 11 de agosto y en la que competirán atletas de 41 países y territorios de toda América.
El Tío Sam llega a la capital peruana con el veterano velocista Justin Gatlin (37 años), actual campeón mundial de los 100 metros (Londres-2017), campeón olímpico en Atenas-2004 y dos veces suspendido por dopaje.
Gatlin competirá únicamente en el relevo 4×100. Lo acompañan Cravon Gillespie, Justin Robinson y Kenny Bednarek.
“Los deportistas que van a ser el foco de la atención van a ser de los mejores”, dijo Neuhaus.
Durante dos semanas, los limeños podrán asistir a competencias en 61 disciplinas y 39 deportes, desde equitación al surf, en 21 sedes de Lima y del vecino puerto del Callao.
El Comité Organizador tomó juramento a 12.000 voluntarios y entregó a tiempo la última sede deportiva que faltaba (para el surf), mientras cuadrillas de obreros trabajan afanosamente todavía en las últimas obras de pavimentación en torno a la Villa Panamericana, un complejo de siete torres de 20 pisos construido en el sur de la ciudad.
Lima tiene fama por el caos vial, lo que se suma a que algunos proyectos de autopistas urbanas quedaron archivados o inconclusos como secuela del escándalo de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht, que salpica a cuatro expresidentes peruanos.
Para impedir que los deportistas pierdan cuatro o cinco horas al día en embotellamientos de tránsito, las autoridades decidieron decretar feriados laborales algunos días y destinar vías exclusivas para vehículos con delegaciones deportivas en diversas avenidas de la capital.
Para enfrentar la inseguridad serán desplegados 10.000 policías y 3.000 soldados durante los 17 días.
Fuente: lostiempos.com