Incendio en la Chiquitania de Santa Cruz, Bolivia.Un monitoreo realizado en la primera quincena de septiembre registró el nacimiento de cuatro nuevos ejemplares de esta paraba que solo habita en Bolivia, Brasil y Paraguay y que se encuentra en la lista roja de la UICN
En la primera quincena de septiembre personal de ANMI San Matías y de la Fundación para la Conservación del Loro Bolivia se dio a la tarea de inspeccionar 807 kilómetros de esta reserva natural, que incluyó 18 propiedades ganaderas y cuatro comunidades.
Previamente, explica Jhonny Salguero, responsable de operaciones de la Fundación para la Conservación del Loro, se habían identificado los árboles donde la Paraba Azul ya se había reproducido o podría hacerlo. Esto fue posible porque desde hace tres años se ha puesto marcha un plan para conservar esta especie a la que, en 2014, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo puso en su lista roja, en la categoría Vulnerable.El monitoreo, que en las cavidades de los árboles localizó cuatro pichones recién nacidos y diez huevos sin eclosionar, también incluyó el retiro de siete cámaras trampa que fueron instaladas en octubre de 2018.
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En el país solo existen 300 ejemplares de esta majestuosa ave que hermosea el pantanal boliviano con el azul cobalto de sus plumas y el anillo amarillo que rodea su pico de un color negro intenso, pero es en la reserva de San Matías –creada en 31 de Julio de 1997 y que tiene unas 3.000.000 de hectáreas– donde habita casi la totalidad de la población en Bolivia.Se dice “casi”, aclara José Antonio Díaz, director de la Fundación para la Conservación del Loro, porque también hay registros de Paraba Azul en el parque Noel Kempf Mercado aunque se trata de movimientos ocasionales porque las aves migran.
Díaz y Salguero señalan que el incendio, que desde principios de agosto consume la Chiquitania y el Pantanal, no ha afectado a la Paraba Azul. Sin embargo, son cautos en señalar que para determinar el impacto es necesario hacer un estudio exhaustivo sobre la situación de estas aves, que se encuentran actualmente en su etapa reproductiva (comprende los meses de julio a noviembre).
“El fuego bordeó el ecosistema de la Paraba Azul”Marcel Caballero, responsable del Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, señala que el registro de nacimiento de nuevos ejemplares de esta paraba “es una gran alegría” en medio del daño que está ocasionando el fuego y que no solo preocupa a todo el país, sino que distintas personalidades del exterior se han sumado a campañas solidarias para ayudar a combatir las llamas.Explica que “el fuego bordeó el ecosistema de la Paraba Azul” por lo que esta especie no ha sido afectada, hasta el momento, en su ciclo reproductivo.EL DEBER / Nelfi Fernandez Reyes