
Una vez completamente impreso, el corazón fue transferido a un biorreactor que imita las condiciones del cuerpo humano, ayudando a las células a fusionarse en el tejido.No es la primera vez que vemos algo asi. En abril fue un laboratorio en la Universidad de Tel Aviv el que usó las propias células del paciente para imprimir un corazón en 3D, aunque en esta ocasión tenemos cuatro cámaras internas principales y otras estructuras, como válvulas, que generalmente se encuentran dentro del corazón humano, algo mucho más difícil de hacer.A pesar de los avances, el mini corazón está lejos de estar listo para el trasplante, pero podría convertirse en una herramienta viable para las pruebas de cardiotoxicidad: el estudio de cómo los tratamientos con medicamentos podrían dañar los músculos del corazón.La compañía ya está planeando aumentar la producción para eventualmente bioimprimir un corazón humano de tamaño completo, pero para ello tendrán que usar múltiples tipos de células en diferentes regiones, un proceso que podría requerir el desarrollo de diferentes tipos de materiales para la impresora.Fuente: https://wwwhatsnew.com