Sergio Adrián, ‘Gamuza’, el Cebollita de Always Ready

La gente del fútbol, su entorno, lo llama Gamuza, como el personaje de la serie infantil argentina Cebollitas, ligada al fútbol.

Sergio Adrián, jugador de Always Ready. Foto: Christian Calderón

Sergio Adrián, jugador de Always Ready. Foto: Christian Calderón



De a poco se abre espacio en el fútbol profesional. En Always Ready, Julio César Baldivieso le dio la oportunidad de mostrarse. El sábado, con otro DT, el chileno Sebastián Núñez, fue figura, vital para que el cuadro de la banda roja lograra un empate frente a The Strongest, gracias a su aporte en el segundo tiempo, que incluyó el gol del descuento y mucho de su talento sobre el terreno de juego.

La gente del fútbol, su entorno, lo llama Gamuza, como el personaje de la serie infantil argentina Cebollitas, ligada al fútbol.

“Este apodo apareció hace tiempo, desde niño, cuando comencé en el fútbol y me lo pusieron por una serie televisiva argentina denominada Cebollitas, pues me dijeron que me parecía al personaje que se llamaba Gamuza, que siempre andaba molestando, y desde ese momento se quedó, me acostumbré a que me llamen por mi apodo y no tanto por mi nombre”.

— ¿Te iniciaste como un Cebollita?

— Empecé en las divisiones inferiores del club Aurora y de ahí pasé en 2017 a Atlético Bermejo para jugar la Copa Simón Bolívar, donde hicimos una buena campaña, incluso llegamos a semifinales, aunque perdimos ante Royal Pari. Luego fue el turno de Petrolero y entonces me llamó el técnico David de La Torre para incorporarme a Always Ready en el torneo de la Asociación de Fútbol de La Paz, donde logramos el título para participar en la Copa Simón Bolívar, la ganamos y ascendimos.

— ¿Cuál es el factor que te inclinó al fútbol?

— Bueno, comencé gracias a mi hermano Fernando Adrián, quien estaba en la preprofesional de Aurora y me dijo que intentara probarme, entonces fui y me hicieron quedar, desde ese momento empecé a jugar. Él fue el que me incentivó y junto a mi familia me apoyaron bastante.

— ¿Estás dedicado solo al fútbol?

— Bueno, por el momento sí, pero desde enero ingresaré a una universidad privada para seguir la carrera de Administración de Empresas, pues creo que uno debe aprovechar su tiempo y su juventud para estudiar, ya que el fútbol no siempre es algo seguro, entonces hay que estar preparado y listo por si ocurre algo en la vida.

— Tienes 23 años, ¿te acuerdas de tu infancia?

— Creo que tuve una muy linda infancia, porque en mi casa y en mi familia solo se hablaba de fútbol. Mi padre, Eloy Adrián, era jugador y siempre estábamos en la cancha, donde lo íbamos a ver; posteriormente empezamos a seguir sus pasos y en la puerta del trabajo de mi madre, junto con otros chicos, comenzamos a jugar con una pelota de nylon que la preparábamos. Podríamos decir que esto lo llevamos en la sangre, incluso mi hermana jugaba.

— ¿Te dieron oportunidad?

— Por todo lo que pasé, por los momentos complicados en Aurora, donde no me dieron oportunidad, me vi forzado a buscar en otros departamentos para tener la opción de jugar. Tuve que tener paciencia y sobre todo perseverar, que creo que son los secretos, porque muchos compañeros que tenían talento lo dejaron porque vieron que en esto también hay chicos que acuden a la muñeca que tienen sus padres, o son ahijados de alguien, situaciones extra, fuera del fútbol.

  • La familia Adrián Rodríguez: padres y hermanos. Foto: Sergio Adrián Rodríguez

— ¿’Padrinos’?

— Bueno, en Aurora constantemente me ascendían de categoría, pero cuando estaba arriba, a punto de ser tomado en cuenta, llegaba otro jugador que tenía muñeca con algún dirigente y me sacaban pese a que era titular y me devolvían a mi categoría, entonces son situaciones que a uno lo bajonean. La conclusión es que si no tienes muñeca o alguien conocido, no juegas. En el fútbol hay padrinazgos y hay que tener muñeca. Yo tuve la fortaleza por el apoyo de mi hermano y los consejos de mi padre.

— ¿En qué parte de tu carrera como futbolista estás?

— Primero quiero consagrarme como jugador en el país, soy consciente de que tengo que trabajar bastante para eso, y luego pensar en ser parte de la selección nacional, de principio luchar por llegar a la Sub-23. Quiero esmerarme porque solo así tendré la oportunidad sobre lo que sueño y espero. Luego hay que pensar en emigrar.

— ¿Cómo recibiste la salida del técnico Julio César Baldivieso?

— Para mí fue algo triste y sorpresiva, porque el profe me dio confianza, me ayudó mucho, me aconsejó y me hizo debutar. Él, como técnico, te daba opciones y, sobre todo, le gustaba trabajar con los jóvenes, dio oportunidad a varios chicos nacionales y ello es rescatable. Aparte, siempre nos hablaba de ser disciplinados, nos exigía bastante en este tema y nos decía que las cosas cambiaron de cuando él jugaba. Te hablaba mucho sobre el nivel de competencia que tienes que alcanzar, y contaba sus experiencias en el exterior.

— ¿Hasta dónde puede llegar este Always Ready?

— Todos queremos ser parte de jugar en un torneo internacional, los más jóvenes soñamos con tener ese tipo de experiencia y consideramos que entre todos lo podemos lograr. Acá se trabaja bien, hay bastante apoyo de la dirigencia. Será difícil pero no imposible. En nuestra mente está ese objetivo de conseguir un cupo para una copa internacional. Acá hay presión y exigencia porque es un club que quiere lograr cosas grandes, entonces debemos ser conscientes y exigirnos al máximo.

— ¿Qué tiene que hacer el futbolista boliviano para mejorar?

— Creo que lo principal es el pensamiento del jugador, debemos creer en nosotros mismos para crecer. Muchos jugadores no creen en sí teniendo gran capacidad técnica, entonces creo que se debe hacer un mejor trabajo psicológico porque en el país hay mucho talento. He conocido casos en los que pasa alguna situación con un compañero y éste se cae, eso debe cambiar, el futbolista debe confiar en uno mismo. Aparte, la familia también tiene que ayudar.

Fuente: la-razon.com