‘Vitamina’ Sánchez: «Soy consciente que se debe ganar el próximo clásico»


El técnico argentino y excompañero de Ronald Raldes es consciente que para tener contento al hincha debe ganar títulos, pero sobre todo el clásico cruceño ante Blooming, que no gana desde hace más de dos años.

Carlos Jordan



Tras su experiencia de siete años en el fútbol chileno, Pablo ‘Vitamina’ Sánchez volvió a Oriente Petrolero. El argentino tuvo un corto paso por el equipo refinero en 2009, en el que de 37 partidos cosechó 16 triunfos, 11 empates y 10 derrotas.

Retornó para trabajar en el club que preside su excompañero (jugaron el 2004 en Rosario Central de Argentina), Ronald Raldes, que espera de él un trabajo que pueda mejorar el juego del equipo que no está haciendo buena campaña en el torneo Clausura, pero que mantiene chance de luchar por una clasificación internacional.

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¿Qué cambios hay en Pablo ‘Vitamina’ Sánchez del que vino en 2009?

    Primero, que estoy más viejo, porque tengo más arrugas, menos pelo y más panza (sonríe). Hay diferencia porque en aquella época había dirigido solo a dos equipos: Banfield y Rosario Central. Ahora llevo dirigiendo a siete. La experiencia es otra.

    He transitado y he conocido a mucha dirigencia, a muchos jugadores y he conocido otra Liga. Ahora lo nuevo de mi trabajo es que se ha cambiado la metodología. De hecho, cuando estudié para entrenador no había una metodología de trabajo determinada; se trabajaba de acuerdo a lo que uno había visto de otros entrenadores.

    Con el tiempo empezaron a salir nuevas formas de trabajar, que ayudaba a descubrir de qué manera el director técnico puede lograr que un equipo se comporte como él pretende o que un jugador juegue como uno pretende. Había distintos caminos.

    ¿Ahora hay otras herramientas de trabajo?

      Hay otra realidad. Hay más apoyo externo y me refiero a las imágenes de los partidos. Antes había que recurrir a los videos de los programas de televisión y esto demoraba el trabajo porque te lo mandaban en VHS y después había que editar.

      Hoy, hay plataformas, que podemos tener datos del rival después de dos horas que jugó su partido. Por eso, la mayoría cuenta en su cuerpo técnico con editores de videos, que trabajan en armarle al técnico el material que requiere para después mostrárselo a los jugadores y así planificar los partidos.

      No es garantía de éxito, pero considero que se achica el margen de error. En otras palabras, hoy hay un montón de herramientas que nos permiten nutrir al jugador de muchísima más información. Por eso, sin duda que hemos cambiado; hemos mejorado y es lógico que esto pase.

      ¿Qué tal la experiencia en el fútbol chileno?

      En Chile me encontré con un fútbol sumamente organizado. La llegada a los clubes de las sociedades anónimas, que en su momento fue muy discutido, pero creo que le ha dado un orden al fútbol de este país.

        ¿Es realmente la causa de su crecimiento?

        A partir de la llegada de Marcelo Bielsa en 2007 hubo un cambio de hasta mentalidad en el jugador chileno. Es como que lo profesionalizó y les hizo ver que podían ganar cosas importantes. De ahí es que se alzó con dos Copa América y un mundial juvenil.

        Jorge Sampaoli vino después y tuvo la capacidad de seguir esa escuela que dejó Bielsa y aportarle lo suyo. También tuvieron suerte de contar con una generación única de jugadores y no sé si se va repetir, aunque todavía están activos más allá de que están mermando por una cuestión lógica de generación. Es el caso de Bravo, Alexis, Vidal, Medel, Islas, Aranguis, Marcelo Díaz y Vargas para mencionar algunos.

        Salvo Brasil y Argentina, que sacan permanentemente grandes figuras y buenos equipos, ¿el resto de países dependen de la aparición de una buena generación de jugadores para sumar logros, o es cuestión de trabajo y de cumplir procesos?

        Las dos cosas: trabajo y también la fortuna de que aparezcan esta calidad de jugadores, que no abundan y que juegan en las mejores ligas del mundo.

        Por eso, a partir de 2007, cuando Bielsa asumió en la selección chilena estos jugadores que mencioné formaron parte de una selección juvenil que fueron tercero en el Mundial de Canadá y después lograron ser figuras estelares en su selección mayor. Las buenas generaciones aparecen, pero no tengo dudas de que surge el buen fútbol cuando hay una buena formación y se trabaja bien desde las menores.

        ¿Los clubes de Chile trabajan bien en sus canteras?

        Muy bien. Se fue obligando a los clubes a tener primero una sub17 y sub-19; después se agregaron desde las sub-13 a la sub-16. Obligaron a los clubes a tener fútbol formativo. De ahí es que los planteles profesionales se nutren generalmente de las fuerzas básicos de sus clubes.

        ¿Cuál es la diferencia con lo que pasa en Bolivia?

        Qué en Bolivia los clubes se nutren de jugadores de las escuelas y de las grandes academias. En Chile no existen las escuelas y academias, los que forman son los propios clubes.

        Retomemos Oriente. ¿Qué te parece que Ronald Raldes, un excompañero tuyo en Rosario Central, ahora sea el presidente del club que te contrata?

        Lo sabía antes de que asumiera. Sabía de su deseo de ser alguien importante de su club porque cuando llegó en 2004 a Rosario Central y fuimos compañeros, supimos del gran amor que le tenía a Oriente Petrolero, un sentimiento similar al que sentía yo por Rosario Central, un club en el que me formé, jugué profesionalmente y después fui su entrenador.

        Ronald hizo una carrera parecida, solo que en vez de entrenador asumió el reto de ser presidente. Me pone muy contento por él, pero entiendo que tiene un desafío muy importante por delante que es tratar de darle un salto de calidad a la institución.

        ¿El contacto para volver a Oriente fue reciente o ya venían conversando desde que asumió la presidencia?

        Sabía que Ronald (Raldes) manejaba algunas opciones, pero que quería tomar una buena decisión. Siempre estuve al tanto y siguiendo al equipo, esperanzado en que podía ser una opción. Cuando se dio, bienvenido sea; agarré el avión y me vine.

        Ronald asumió con el reto de darle estabilidad al club y de apuntar a nuevos logros, que no se dan desde el 2010. El equipo no tuvo un buen comienzo y tras un par de derrotas se fue Marín Camacho, que estuvo interino 14 fechas. Ahora con las pocas horas al mando del equipo ¿cómo ves el panorama de aquí hasta el final de la temporada?

        Obviamente se está viviendo un proceso de transición y Ronald (Raldes) está evaluando cual es la situación real del club. En cuanto al equipo, me encontré con un plantel que tiene muchas ganas. No me disgustó lo que vi en los últimos partidos. El equipo jugó bien con Wilstermann y con Bolívar. Me dio la sensación que intentó ser protagonista; por momentos lo logró y hasta me parece que mereció un poco más. Sí le costó contra Royal Pari y Guabirá.

        Ahora que ya hay un técnico oficial espero que sea por mucho tiempo porque no me gusta estar de paso por las instituciones. Entiendo que esto dependerá de los resultados y del funcionamiento del equipo.

        Soy totalmente consciente de que el club necesita resultados y que el hincha quiere que se vuelva a ganar el próximo clásico (27 de octubre) y que consiga un título porque hace mucho tiempo que no se es campeón por lo que pareciera que no alcanza con una clasificación a una de las copas (Libertadores o Sudamericana).

        Raldes reiteró varias veces que el objetivo es trabajar en una mejor plantilla para el 2020, ¿eso hablaron antes de la firma del contrato?

        Entiendo que esto no va a suceder de un día para otro. Los proyectos no lo tenemos los entrenadores, eso es una responsabilidad de los clubes. Los entrenadores nos adaptamos de acuerdo a nuestra idiosincrasia como profesionales a los planes y proyectos de las instituciones por la que trabajamos.

        ¿Qué lo seduce de Oriente?

        Vengo a una ciudad que me gusta, que conozco y que me ha tratado muy bien. Vengo a un club que conozco y en el que fui feliz.

        Lo disfruté en mi primera venida y estoy en el club en el que tengo de presidente a una persona que fue mi compañero, que es joven, que tiene todas las ganas y que hablamos el mismo idioma en el fútbol. No es fácil, porque pese a que haya un gran proyecto y soñemos, no alcanza con eso.

        Se necesita reavivar las divisiones menores para que el plantel profesional se nutra de los que vienen de la cantera, como ocurre en todas partes y así apostar a conformar un plantel profesional competitivo.

        ¿Hablaron de reforzar el trabajo en menores?

        Vamos aportar todo lo que podamos como cuerpo técnico. Jamás trabajé con jóvenes porque tras mi retiro como jugador tuve la oportunidad de dirigir planteles profesionales. A los 34 años Banfield, Central, Oriente Petrolero y después me fui a Chile. No tuve ese paso, que tienen muchos entrenadores, de trabajar con jóvenes, por lo que considero que no soy el más capacitado.

        La gente que trabaja conmigo sí lo está porque tienen 15 años de experiencia con el fútbol joven. Y si hay que sumar gente, lo haremos. Hace falta infraestructura porque uno puede contar con los mejores formadores, pero si no hay campos de entrenamientos no habrá posibilidad de captar chicos y de formarlos. De que se puede, se puede; vamos a intentarlo.

        Ustedes que llevan estadísticas y evalúan las posibilidades que tienen en un campeonato, ¿hay chances de que Oriente pueda alcanzar una clasificación internacional?

        Sí, la hay. Hay que buscar una clasificación a la Copa Sudamericana. Vamos a tratar todo lo que se pueda. Nos quedan setenta días de competencia.

        Este tiempo nos servirá para ver el plantel y definir con quienes nos quedaremos para el próximo año y quienes serán los que dejarán la institución, aunque soy un respetuoso de los contratos. A partir de estas decisiones iremos diagramando el plantel del 2020. En poco tiempo van a pasar muchas cosas. Hay que ver el presente e ir diagramando el futuro del equipo.

        ¿Lucas Mugni es el referente del equipo?

        Lucas tiene un recorrido importante: Colón, Flamengo, Newells, Everton, Lanús y ahora Oriente Petrolero. Yo lo tuve un año en Everton. Es un jugador que tiene una carrera muy rica. En Oriente se siente cómodo porque lo han tratado bien y por eso se siente feliz dentro de la cancha.

        La gente lo ha valorado y se nota que lo está disfrutando. Son esos momentos que no abundan porque acá se juega con mucha presión y veo que lo disfruta. También él tiene que agradecer al entorno que le ha generado Oriente. Apostamos a que la gente esté enamorada de Lucas y de otro grupo más del equipo. Eso dependerá de la producción de los jugadores.

        ¿Cómo evalúa el fixture de lo que le queda por jugar a Oriente en el Clausura?

        Después de jugar en Potosí tenemos un receso (por la concentración de la selección nacional que se medirá con Venezuela). Serán diez días que nos servirán para trabajar con el grupo hasta en doble turno porque se nos viene una seguidilla de partidos.

        Fuente: diez.bo