Comienza gobierno transitorio de Áñez con celebraciones de cívicos y advertencias de sectores

Las primeras reuniones —luego de llevar la biblia y devolver la wiphala al palacio— las sostuvo con el Alto Mando policial y militar que fueron clave para su llegada a poder. Los cívicos decidieron levantar la presión.

La presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, levanta la Biblia en el viejo Palacio de GobiernoLa presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, levanta la Biblia en el viejo Palacio de GobiernoEl festejo por el nuevo Gobierno en la rotonda del Cristo Redentor, en Santa Cruz.



El festejo por el nuevo Gobierno en la rotonda del Cristo Redentor, en Santa Cruz. Foto: captura Unitel

 La Razón Digital / Rubén Ariñez / La Paz 

Una densa lluvia cae en La Paz, donde Jeanine Añez, nacida en San Joaquín, Beni, en 1967, comienza su gobierno transitorio con reuniones con sus colaboradores para definir las primeras decisiones clave en medio de celebraciones y advertencias de más movilizaciones.

Las primeras reuniones —luego de llevar la biblia y devolver la wiphala al palacio— las sostuvo con el Alto Mando policial y militar, que fueron clave para su llegada al poder.

Los generales Yuri Calderón, de la Policía, y Willams Kaliman, de las Fuerzas Armadas, le habían quitado el domingo pasado el respaldo a quien los designó en la Casa Grande del Pueblo y se cuadraron la noche de este martes ante la nueva mandataria en el Palacio Quemado, al que Morales soslayó por ser «símbolo del neoliberalismo».

  • Kaliman saluda a la nueva mandataria.

Mientras Áñez empezaba a diseñar su nueva administración y el derrotero de la designación de los nuevos vocales electorales y la convocatoria de las elecciones, sus tareas urgentes, la algarabía se desató en varios puntos del país por la partida del «tirano y dictador», como calificaban a Morales y Álvaro García.

Los cívicos, entre ellos el potosino Marco Pumari y el cruceño Luis Fernando Camacho, han decido levantar las medidas de presión para celebrar en la rotonda del Cristo Redentor de Santa Cruz, puntal de las protestas contra Morales, el ahora expresidente del Estado Plurinacional, asilado en México.

«Todos los bolivianos somos parte de esto, la juventud y las mujeres son pilar fundamental de la lucha y eso es lo que hay que tener claro. La juventud se ha apoderado de las calles, ha sido la protesta pacífica y la recuperación de la democracia más grande de este país”, celebró.

Luego dijo que “el informe de la OEA fue el punto de partida para que los bolivianos podamos decir claramente que tenemos el derecho de hacer una resistencia pacífica, totalmente legal para conseguir el objetivo. Nos vemos hoy a medianoche en El Cristo”, dijo en referencia al informe preliminar que identificó irregularidades en el proceso electoral observado por denuncias de fraude.

Camacho, en La Paz, contó que en la reunión que sostuvo con Áñez solo la felicitó. No quiso dar más detalles. Desde Sucre anunciaron que se levantaban los bloqueos, pero no la emergencia porque restaba procesar a los legisladores que no avalaron la sucesión presidencial.

El conflicto dejó más de tres centenas de heridos, un oficial de la Policía fallecido y cuatro civiles muertos, dos en Santa Cruz y otro par en La Paz. Áñez solo citó al uniformado en un homenaje que brindó desde el balcón del Palacio de Gobierno.

Por su lado, los sectores sociales como los cocaleros del Chapare, bastión de Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS), decidieron hacer reflotar su esencia de resistencia con una seguidilla de movilizaciones con las que buscan devolver el poder a Morales hasta el lunes.

«Nos declaramos en movilización nacional en contra del golpe de estado. Rechazamos de manera contundente la autoproclamación de la señora Áñez, que como segunda vicepresidenta del Senado se autonombra que es totalmente constitucional», anunció el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez.

En ese marco, pidió «aunar fuerzas a todas las organizaciones del país»  para tomar las calles «hasta que nuestro presidente retorne a la Presidencia porque está en su mandato constitucional hasta el 22 de enero».

  • Una barricada policial instalada para detener el avance de los sectores que apoyan a Evo Morales.

Por su lado, varios sectores de El Alto y de otros municipios vecinos respondieron a la gasificación que sufrieron este martes que la lucha recién empieza. Advierten que si sus demandas no son atendidas harán cortes de servicios básicos y cercarán la sede de gobierno para que no ingrese ni un solo alimento.

Ya marcharon este martes y tensionaron el centro de La Paz para mostrar parte de su poderío.

A ellos se sumarán los Ponchos Rojos, quienes prevén comenzar este miércoles marchas por la «discriminación y racismo» de políticos opositores como Camacho, Pumari y el candidato Carlos Mesa.

La alarma en Yapacaní, La Paz y El Alto, donde manifestantes atacaron a efectivos de la Policía el lunes para arrebatarles sus armas y quemar sus motorizados e inmuebles en vendetta por su apoyo al movimiento cívico, es una muestra de ello.

En Cochabamba decidieron mantenerse en alerta ante al anuncio de que coclaleros llegarán la ciudad.

Así, se abre otro capítulo después del Estado Plurinacional que duró casi 14 años y se denominó «proceso de cambio».

La Razón