Cuando no se puede mentir



Desde que Evo Morales huyó del país sin que nadie lo persiga, hay quienes han denunciado que aquella huida fue producto de un golpe de estado y cual más cual menos emite un gesto de simpatía hacia el dirigente cocalero, pues muchos se han creído aquello del “milagro boliviano”, el legado del “proceso de cambio” o las “grandes transformaciones” logradas por el primer presidente indígena de Bolivia. Sería muy largo de explicar los engaños y trucos estadísticos que usó el régimen anterior para dar la idea de desarrollo y prosperidad, pero hay algo que no miente y es cuando vamos al baño y tenemos que lidiar con bultos y malos olores. El problema es que en Bolivia hasta ir al excusado sigue siendo un calvario. Según datos recientes del Banco Mundial, un cuarto de la población boliviano no tiene dónde hacer sus necesidades y recurre a la calle para defecar. El promedio global es del 9 por ciento. Eso fue a propósito del Día Mundial del inodoro que se celebra justo este 19 de noviembre.

Fuente: eldia.com.bo