Eso no era verdadero socialismo

Enrique Gonzales

“Desgraciado el pueblo y siempre precaria su constitución, si su bienestar debe depender de las virtudes y de la conciencia de ministros y políticos.”



– Bernard de Mandeville. || (1670 – 1733) Economista político, filósofo e investigador neerlandés.

En 1922, el economista austriaco Ludwig von Mises publicaba su célebre obra El Socialismo. Análisis económico y sociológico en donde centra todos sus esfuerzos intelectuales en dar una reflexión crítica a la teoría de la economía planificada y al intervencionismo económico.

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La obra, demuestra la imposibilidad de sostener el socialismo a largo plazo básicamente porque en una sociedad socialista no existen los incentivos para que la gente actúe económicamente. Ante el avance del Estado sobre la propiedad privada, la gente no tendría razones para tomar iniciativas y actuar con responsabilidad.

Sin embargo, a pesar de las pruebas científicas que demuestran la imposibilidad del socialismo y a pesar de la destrucción económica evidente que en pleno siglo XXI ha dejado en países como Venezuela o Argentina, hay personas que aún sostienen que el socialismo es posible.

¿Por qué sucede esto? ¿Por qué hay tanto entusiasmo con las ideas socialistas y por qué ante su inminente fracaso muchos se niegan a reconocerlo? Quizá la respuesta es que de una forma u otra, se intenta eximir de culpa al sistema por sus “buenas intenciones” y se culpa a las personas, ya sea porque son corruptas, o porque son egoístas, o porque no estaban lo suficientemente instruidas y educadas para el verdadero socialismo.

Este es un punto importante, porque es frecuente escuchar a intelectuales y demás personalidades decir que el socialismo real nunca se ha aplicado y por eso vemos sociedades fracasadas. Ya lo decía Mises: Se ha creado la costumbre de llamar socialista únicamente a la política que trata de realizar inmediata y completamente el programa socialista, y se niega este nombre a los partidarios de las tendencias que desean lograr igual fin, pero con mesura y con etapas.

Esto explica que veamos a tantos opinólogos decepcionados del gob. del MAS, manifestando en Twitter que el MAS abandonó la izquierda y pasó a ser un gobierno de “derecha capitalista”. La decepción se da, debido a que la expectativa era seguramente que el MAS elimine del todo, la propiedad privada para que los medios de producción pasen a manos de la comunidad y que se elimine también el mercado, para lograr desde el Estado y bajo supervisión de los políticos una mejor y más igualitaria repartición de recursos, bienes y servicios. Entonces, como obviamente esto no sucedió, eso no era verdadero socialismo, no obstante la teoría económica y la historia han demostrado que en la aplicación práctica del socialismo, se hace evidente la imposibilidad de eliminar la propiedad privada y el mercado sin caer en degeneración y caos, por eso, los socialistas del siglo XX entendieron que si querían mantener por un tiempo su modelo, debían permitir la existencia de estas cosas… o al menos parcialmente. Es así como nace en la Rusia soviética la NEP (Nóvaya Ekonomícheskaya Polítika o Nueva Política Económica) y el intento de crear mercados artificiales (Mises, 1922 pág.144). Asumiendo la imposibilidad de aplicar el socialismo de manera “original”, se adoptó un sistema en el que la propiedad privada es limitada, regulada y dirigida por intervenciones del gobierno y de otras fuerzas sociales dotadas de poderes coactivos (Mises, 1929).

A esta mutación del socialismo, Mises la denomina intervencionismo, el cual a mayor grado en las sociedades tendrá como efecto: la destrucción de la libertad y el acercamiento al socialismo que deriva en miseria y destrucción.

Es un error grosero el decir que las políticas aplicadas en Bolivia “no eran verdadero socialismo” solo porque se fracasó con ellas, ya que lo cierto es que la NEP fue aplica al pie de la letra y la intervención estatal fue cada vez mayor dando como resultado: un gran Estado controlador y por supuesto, deficiente por naturaleza.

Y es que debería ser claro… el partido de gobierno se llamaba “movimiento al socialismo” es decir, el nombre mismo nos daba la señal de que ingresaban al gobierno para quedarse y aplicar en etapas, las medidas que se requieran para conseguir el socialismo deseado; y como es imposible en su práctica y deficiente en su teoría, el MAS estuvo a punto de quedarse por muchísimo más tiempo, condenando a Bolivia a sufrir las desgracias del mayor fraude intelectual de toda la historia: el socialismo.

Enrique Gonzales – Director Nacional de Estudiantes por la Libertad Bolivia.