La presidenta del Senado, Eva Copa, del MAS, deslizó su sorpresa por el comportamiento de las FFAA.
La presidenta del Senado, Eva Copa, del partido Movimiento Al Socialismo (MAS) liderado por Morales, en el exilio en México desde hace dos semanas, deslizó este lunes su sorpresa por el comportamiento de los uniformados.Consideró necesario que el exgobernante de 60 años pueda explicar las dudas surgidas: «que nos contextualice para ver por qué los militares pidieron su renuncia, cuando el presidente tenía reunión todos los lunes con los militares».El Alto Mando Militar solía mantener encuentros semanales en Palacio de Gobierno, para evaluar la situación política del país y para definir acciones de política conjunta.Al llegar al poder en 2006, Morales buscó la forma de cambiar la lógica pensante de las Fuerzas Armadas, a la que solía acusar de «colonialista» o de actuar al servicio de la derecha local. En 2010, a poco de comenzar su segundo mandato, sugirió a los uniformados responder en los actos públicos con un «venceremos» al saludo presidencial de «patria o muerte» que utilizó su mentor cubano Fidel Castro.Los militares asumieron y defendieron el grito. «Dicho lema resume un compromiso para velar por el destino de Bolivia, por lo que recogemos las palabras patria o muerte», dijo el entonces jefe militar, general Ramiro de la Fuente.Alto mando militar sometido
El exmandatario impuso un proceso de «desinstitucionalización» de las Fuerzas Armadas, dice a la AFP el abogado y militar retirado Omar Durán. «Morales agarró a las Fuerzas Armadas a su manera y a su estilo y eso motivó un llunkerío (zalamerío), por ejemplo, del general Kaliman».Los altos mandos se sometieron políticamente, como única forma de que los uniformados puedan ascender de grado o llegar a algún puesto de jerarquía, agregó.Pero, dice, tras la descomposición política, el mismo alto mando obligó a Kaliman a pedir a Morales su renuncia.»Fue obligado a pedir renuncia», asegura Durán, algo que se deslizó en medios locales, aunque no hubo confirmación oficial.»Lo que se necesita ahora es discutir qué pasó con las Fuerzas Armadas, cicatrizar las heridas y discutir cómo recuperar la institucionalidad», apunta el militar retirado.Motín policial Cuando se rompió la cadena de mando con los militares, Morales ya soportaba desde hacía dos días un motín policial. Los policías basaron sus reclamos «tras un tiempo de maltrato y menosprecio», explica a la AFP el exmayor David Vargas, quien comandó otro motín en 2003 contra el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Vargas afirma que los policías mantenían reclamos que no habían sido atendidos por el gobierno de Morales, como mejoras salariales y jubilaciones similares a las que reciben los militares (pensión vitalicia con el 100% del sueldo).Tanto Durán como Vargas coinciden en que las Fuerzas Armadas y la Policía deben encuadrar sus actos en la Constitución y las leyes y hacer los esfuerzos para no caer en un manoseo político de parte de los gobernantes de turno.Página Siete