«Me amenazaron, pero ver a la gente respirar libertad es mi gratificación»


Contó los pormenores de cómo surgió su investigación, los días que pasó en la clandestinidad y las intimidaciones que sufrió. «Siento una gratitud inmensa. Jamás pensé ser tan querido», manifiesta.

Nacional

Erika  Segales / La Paz



Edgar Villegas es el ingeniero en sistemas que presentó públicamente las primeras evidencias sobre las irregularidades  en las actas electorales del 20 de octubre. Ayer, el  Concejo de La Paz le otorgó el reconocimiento al esfuerzo y constancia «Emilio Villanueva Peñaranda».

«Viva la democracia», fue una de las ovaciones que se oyó en medio de los aplausos cuando Villegas recibió la distinción de manos del alcalde Luis Revilla.

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  En entrevista con Página Siete, contó los pormenores de cómo surgió su investigación. Los días que pasó en la clandestinidad, las amenazas que sufrió, entre otros detalles.

 ¿Quién es Edgar Villegas?

Es un ciudadano común y corriente que quiere lo mismo que queremos todos: vivir en paz, en democracia con justicia.

¿Qué le indujo  a investigar el fraude del 20-O?

Lo que me indujo fue la indignación en primer lugar, que ya venía desde hace tiempo en el referendo de 2016, ya denuncié un fraude mucho más pequeño. La indignación y la curiosidad fueron los dos factores que me indujeron no sólo a mí sino a quienes se convirtieron en mi equipo de trabajo.

   ¿Cómo se conformó el equipo que lo apoyó en la investigación? 

Esto empezó informalmente.  Nosotros no teníamos un plan de analizar las elecciones. Yo analicé por mi cuenta el TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares). Como mis amigos sabían que me indignó el fraude porque lo expresé en redes sociales, a veces me comentaban si veían algo raro.

Uno de ellos, entre pasillos, me  contó de las irregularidades que encontró,   otro me dijo que  también encontró algo raro. De ese modo les propongo reunirnos para compartir los hallazgos. Si me enteraba que alguien más analizaba los datos lo invitaba a unirse. El equipo fue creciendo de a poco.

¿Cuántos formaron parte del equipo? 

   El equipo oficial llegamos a ser como 10 personas aproximadamente, de las cuales cuatro o cinco estuvieron de principio a fin, apoyando al 100%.

Con los que iniciamos fue con amigos de trabajo, pero cuando el equipo creció se unieron amigos de otros trabajos donde estuve anteriormente, de la universidad. Después de una convocatoria pública se unió gente que no conocía, que los conocí a través de ésto, fue de esa manera.

 ¿Cómo se decidió que sea usted la cara visible del equipo?

  No fue una decisión de equipo. Qué clase de líder sería si hubiera dicho yo no voy a ir, va a ir otro, eso sería inadmisible. Yo en definitiva voy y dije quiénes más me acompañan a la entrevista. Al final sólo se animó uno que dijo que me iba a acompañar, pero se echó para atrás a última hora.

No les reprocho nada, era una situación muy peligrosa.

¿Cómo cambió su vida tras revelar los datos?

 Cambio mucho mi vida. Inicialmente fue una pesadilla, por las amenazas y tener que escapar de un lado a otro.

Mi familia tampoco podía saber dónde estaba, sólo les podía decir que estaba bien. Fue bastante duro eso, no sólo para mí,  sino para mi familia.

El panorama más optimista era que yo sobreviva fuera del país, por un momento fue lo más optimista. Ahora parece un sueño seguir en Bolivia y poder retomar mi vida normal.

Por el otro lado, mi figura se hizo bastante pública, son cosas que jamás pensé ni esperaba, no lo hice por eso. Ahora recibo mucho cariño de la gente estoy muy agradecido por ello.

¿Qué tipo de amenazas recibió?

 No quisiera ahondar en eso, pero fueron amenazas muy fuertes a mí y a mi familia,  no estaba identificado el autor. Hubo amenazas de muerte.

¿Hubo otras repercusiones negativas?

En mi trabajo tenían la preocupación de que la revelación que hice les podía afectar. No voy a ahondar en eso, pero  despertó  miedo. Esto era muy fuerte y todos temían al Gobierno. Ya lo superamos, sigo trabajando ahí.

¿Cuántos días estuvo en la clandestinidad o a buen resguardo? 

Estuve en varios lugares, no puedo decir cuáles, no por mi seguridad, sino por la seguridad de futuros refugiados.

Uno de ellos fue la residencia británica, le agradezco mucho al Embajador. Estuve ahí un día, después me moví en varios lugares. Agradezco mucho a la gente que me ayudó en ese momento, a transportarme de manera segura,  que me dieron comida ropa y apoyo anímico.

¿Cómo fue el retorno a su casa?

Cuando finalmente volví a casa, la alegría duro muy poco. Volví poco antes de la renuncia de Evo Morales. Después ya hubo amenazas, empezó la ola de terror en la noche. Hubo rumores de que iban a quemar mi casa con mi familia (adentro). Tuvimos que evacuar y yo tuve que volver al confinamiento.

¿En cuántos lugares tuvo que refugiarse?

Estuve refugiado en unos cinco lugares, más o menos.

¿Los integrantes del equipo recibieron amenazas, tuvieron que ponerse a buen resguardo?

 No, yo tuve todo el cuidado de no revelar ni su identidad ni pistas. Nunca dije que eran compañeros de trabajo ni de la universidad, nada. Tuve todo el cuidado de que ellos estén plenamente protegidos, nunca recibieron ningún tipo de amenaza ni nada similar.

Se guardó bastante confidencialidad en todo el tiempo que estuve escapando.

¿La misión de  la OEA (Organización de Estados Americanos) se comunicó con usted?

La OEA no me convocó. Hubo personas que se hicieron pasar por ellos para contactarme. No sé cómo hallaron los datos de mis contactos intermedios, yo casi caigo, pero al final mis contactos les dijeron que podían escribirme al email.

 Mandé el informe a la OEA desde mi email con algunos datos.

¿Qué sintió con la entrega de la distinción por parte del Concejo Municipal de La Paz?

Es el primer reconocimiento  que recibo. Siento un honor muy grande. No lo esperaba. No pensé ayudar al país de esta magnitud. Más que la satisfacción individual, es que ahora veo a la gente respirando paz y libertad, esa es la mayor gratificación.

¿Qué siente cuando la gente le expresa su cariño?

Siento una gratitud inmensa. Jamás pensé ser tan querido, cuando hice esto no lo hice en busca de reconocimiento. Ver el cariño espontáneo de la gente me conmueve, me ayuda a superar las secuelas de lo que viví.

   ¿Le queda algo del miedo?

Sí. Cuando salgo a la calle tengo cierta paranoia. A veces me dan ganas de volver a estar encerrado, pero me ayuda mucho el cariño de la gente. Cuando me dan un abrazo, me siento más protegido, estoy volviendo gradualmente a mis actividades.

HOJA DE  VIDA

  • Perfil    Edgar Villegas nació en La Paz. Estudió ingeniería en sistemas en la universidad Católica Boliviana  San Pablo. Se graduó con excelencia académica. Cursó una maestría en ingeniería del Software en la UMSA.
  • Aporte  Junto a un equipo de expertos informáticos investigó sobre manipulación de actas en las elecciones generales del 20 de octubre, que luego fueron anuladas.

Fuente: paginasiete.bo