La estrategia del MAS fue, es y seguirá siendo el miedo. Le dio resultado hasta el 20 de octubre de 2019, fecha en la que el pueblo le dijo “basta”, se rebeló e hizo escapar a su máximo líder. Posteriormente usaron el terrorismo para asustar a la gente y hoy buscan la desestabilización, táctica auspiciada por el gobierno argentino. Evo Morales llama y clama para que los periodistas bolivianos le den un espacio, se ha dado cuenta que ya no mete miedo a nadie y que su única salida posible es razonar, usar la lógica y tratar de convencer con argumentos, aunque no se descarta que siga mintiendo, pues se ha demostrado que esa es su enfermedad. Una reciente encuesta de la empresa Muestras y Mercados prueba todo lo que estamos diciendo. El informe de opinión afirma que el 70 por ciento de los bolivianos está convencido que la huida del caudillo se produjo por la revuelta ciudadana ocasionada por el fraude electoral, mientras que solo un 25 por ciento considera que hubo golpe. El 62 por ciento no duda que se produjo un fraude en las elecciones.
Fuente: eldia.com.bo