La intensidad de una artista

Conocer la historia de María Esther Ballivián es descubrir la historia de una mujer que vivió intensamente y que fundamentó su existencia en el amor al arte y su familia. Una manera de acercarse a la vida y obra de la artista paceña, que falleció en 1977, a los 50 años, es el libro que lleva su nombre y que fue escrito por su única hija Marie France Perrin. La publicación se presentó en la Casa Melchor Pinto.

En una presentación de lujo, el libro incluye una cronología de vida de la artista, los primeros pasos en su carrera y los diversos periodos por los que atravesó su arte; los reconocimientos y premios que recibió, como también su labor como docente, sus maestros y sus etapas más fructíferas.

En 2017, cuando se cumplieron los 20 años de la muerte de María Esther, su hija organizó una retrospectiva de su obra en el espacio cultural de la calle Sucre # 50, similar a la que se había presentado en 2009, en el Museo Nacional del Arte de la sede de Gobierno y en el Palacio Portales de Cochabamba, en conmemoración del Bicentenario de La Paz.



Para entonces, la idea del libro ya rondaba la cabeza de Perrin, que vio al final de 2019 como se consolidaba un anhelo, el de entregar a Bolivia una obra que se convierta en salvaguarda del arte de una de las artistas plásticas más representativas de Bolivia.

Hija de Rosa Iturralde y Rafael Ballivián, María Esther nació en La Paz en 1927. Fue nieta de Elisa Rocha de Ballivián, pintora de formación académica de espíritu neoclásico que fundó la primera escuela privada de pintura de La Paz, fue su primera maestra. A eso se suma que su bisabuelo Zenón Iturralde fue un conocido pintor autodidacta en el siglo XIX.

Su segundo acercamiento a la formación artística fue su paso por la Academia de Bellas Artes de La Paz y la de Lima. En ambas etapas persistía la formación academicista, mientras que en lo ideológico se había consolidado el pensamiento indigenista. Luego pasó a ser discípula del maestro lituano Juan Rimsa.

En 1949 contrajo matrimonio con el arquitecto Luis Perrin Pando, etapa en la que su trabajo comienza a tener especial interés en la temática social del país, pero alejada del estereotipo y la estética de la pintura social que en esos años se desarrollaba en toda Latinoamérica.

“María Esther resumió su recorrido pictórico, volviendo a la práctica clásica de la pintura del Renacimiento: glorificar el cuerpo desnudo, su belleza y su presencia carnal en el espacio. Estas acuarelas nos permiten conjeturar sobre su obsesión a la hora de encontrar nuevas aristas visuales al desnudo. Quedará en la especulación qué nuevas resonancias encontraría con los cuerpos, sobre todo femeninos”, explica el artista Edgar Arandia.

El exdirector del Museo Nacional de Arte destaca la labor de Ballivián desde sus inicios por la influencia temprana del indigenismo del maestro Juan Rimsa, su preocupación por las formas humanas y por una fuerte preparación académica.

“Luego de sus periplos por Europa, incursionó en la pintura abstracta, iniciada por los expresionistas norteamericanos como Pollock, Kline y De Kooning, que rememoraba indicios de figuración y su uso de los contrastes de colores complementarios”, agrega Arandia.

Perrin recuerda a su madre como un ser apasionado, que se dedicó al arte con devoción y que era generosa con sus alumnos al momento transmitir sus conocimientos (María Esther fue docente de Grabado y Pintura en la Universidad Mayor de San Andrés).

“Ella era entusiasta, con mucha vitalidad y fuerza, intensa y carismática. Fue una mujer dinámica y perseverante, que nunca se conformó con los roles que se imponían en la sociedad y siempre buscó sobresalir”, comenta Perrin.

También afirma que su madre fue una pionera en cuanto a la reivindicación femenina en su tiempo. “En una época en la que no se hablaba de feminismo, ella fue una adelantada. En esos tiempos, las mujeres llevaban el apellido del marido, sin embargo, ella siempre firmó sus obras como María Esther Ballivián. Era de vanguardia”, añade y también recuerda una de las facetas poco recordadas de su madre: Cuando formó parte del nacimiento de Televisión Boliviana. La artista se encargaba de la conducción de programas culturales y también elaboraba los guiones.

El crítico de arte Harold Suárez Llápiz lamenta que la muerte de la María Esther Ballivián hubiera ocurrido justo cuando se encontraba en una etapa de descubrimiento de sus propios colores y formas.

“Estaba indagándose a sí misma para encontrarse con su propio lenguaje plástico, que arranque las tempranas influencias de su obra. En el arte como en otras ramas, el tiempo que se dispone para materializar totalmente sendos objetivos, puede ser una limitante que alterará una promisoria historia. Lamentablemente, la muerte la sorprendió cuando empezaba a cosechar lo que tanto sembró”, asegura Suárez.

Perrin añade: “Ella nunca estaba satisfecha con lo que pintaba”. Siempre investigaba y experimentaba, además de ser crítica con su trabajo. Buscaba la superación en todo sentido. En ese momento la encontró la muerte. En una etapa de búsqueda muy importante. Hay artistas que encuentran una veta y se quedan ahí, sin variar casi nada. En cambio, María Esther Ballivián, como era inquieta y curiosa, cambiaba permanentemente”, complementa.

La obra plástica de María Esther Ballivián se encuentra expuesta tanto en museos nacionales como internacionales y en colecciones privadas en varias ciudades del mundo. Los reconocimientos y premios que tuvo en vida, como también los homenajes póstumos y su labor docente, reflejan un ser singular y muy completo, digno de perpetuarse junto a su obra en un libro.

“La recuerdo como una mujer hermosa, llena de vida, fuerte, intensa, curiosa y apasionada con su trabajo. Una de sus alumnas decía que de ella aprendió que el arte no es una cosa de gente inspirada, es el resultado de la labor diaria, del trabajo de un obrero”, finaliza Perrin.En Francia abrazó el arte abstractoSu última etapa fue la de  los desnudos femeninosRetrato en óleo de su maestro Juan Rimsa (1949)En Chile, entre 1955 y 1957, desarrolló el cubismoFuente: https://eldeber.com.bo