Sucedió en Cochabamba. Personas indigentes y mascotas sin dueño sufren de hambre ante la ausencia de movimiento en la ciudad de Quillacollo. La Policía agradeció a una empresa y a ciudadanos solidarios que contribuyeron con la comida.“Comidita hemos traído, pero no van a botarlo porque hemos cocinado con sacrificio”, dice una policía mientras pide a sus compañeros que le entreguen dos platos de comida a un hombre, en situación de calle, que estaba sentado cerca de la plaza de Quillacollo.El Comando Regional de la Policía del Valle Bajo a través de su cuenta en Facebook agradeció a la distribuidora Aidisa y a varios ciudadanos que se solidarizaron y donaron productos para que las personas en situación de calle se alimenten puesto que son los más desprotegidos durante la cuarentena. También entregaron croquetas para los perritos callejeros.“Estamos entregando comida a indigentes y a nuestros amigos sin voz (canes). Personas de buen corazón nos han ayudado con la comida, han cocinado, y están apoyando está noble causa. Sin embargo, pedirles nuevamente a los vecinos quédense en casa y ayuden en la labor del policía y del personal de salud. Ayúdennos a cuidar a nuestras familias”, reflexionó una policía que transmitía, por Facebook, la entrega de los productos a la población vulnerable como forma de transparentar la donación de la ciudadanía.Publicaron fotografías de las personas que entregaron comida y las bolsas de croquetas que sacaron para alimentar a los perros de las calles. Los efectivos recorrieron plazas, mercados y algunas calles del municipio de Quillacollo.Fuente: Opinión