8 médicos y 2 psicólogos siguen de “incógnito” a los aislados


El personal de salud evita las ambulancias  para movilizarse para evitar que los vecinos graben videos y luego discriminen o maltraten a los sospechosos.

La idea es que su presencia pase desapercibida en cualquier barrio de la ciudad o municipio de Cochabamba. Es mejor si nadie se entera que médicos y enfermeras visitaron la casa, menos ver a gente «vestida de COVID-19», es decir con mamelucos blancos y máscaras de diferente tamaño.

Distintas son las experiencias de la gente sobre el aislamiento domiciliario a raíz de la pandemia del coronavirus que se presentó en el país desde hace más de un mes, desde el 10 de marzo.

Por ejemplo Amanda, quien llegó desde Chile hace tres semanas a Cochabamba y a quien casi de inmediato la pusieron en cuarentena, cuenta que en todo ese tiempo nadie le llamó para hacer control “porque el compromiso firmado con las autoridades del Servicio Departamental de Salud, SEDES, era que si sentían mal o presentaban algún síntoma  debían llamar para alertar”.



Ella relata que un día sintió algunos síntomas de la enfermedad. Le empezó a doler la cabeza y ningún medicamento la aliviaba. “A eso vino un sangrado leve de mi nariz. Me asusté mucho. Llamé a la línea de emergencia 168 y aunque tardaron en responder, finalmente me dijeron que me asistirían en casa. ¿La verdad? No quería que lo hagan porque nos ha costado mantener a raya a los vecinos y sabía que si veían una ambulancia se darían cuenta”.

La joven dice que desde el teléfono al que llamó le explicaron que llegarían hasta su casa sin ocasionar sobresaltos.

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Una brigada estuvo en la puerta de su casa tres días después. Ella vive en la zona sur, aproximadamente a las 5 de la tarde. “Dijeron que estaría a las 14:30, pero vino a las 17:00. El vehículo que les esperaba afuera era una vagoneta blanca tipo taxi. “Tuve que ver que no haya nadie por la calle para permitirles bajar del auto y que ingresen con rapidez de la casa”, dice en tono picaresco.

“Una doctora entendió de mi angustia y fue como mi cómplice. Finalmente me valoraron sin que mi caso haya representado un riesgo”, añadió.

En el otro lado está el caso de la pareja de esposos Iván y Elizabeth que también dice haber sentido los síntomas del coronavirus y llamado al teléfono del SEDES. El pedido de valoración médica fue realizado el 23 de marzo, pero según el testimonio de la amiga de la familia Claudia Patricia Andrade Irusta, la atención llegó recién siete días después y otros cinco días posteriores alguien asistió para tomarles muestras, que dio como resultado negativo para ambos.

Claudia, una conocida abogada y actriz de teatro del país, contó en una entrevista con el psicólogo Rodrigo Ayo, que el confinamiento fue horroroso porque el temor de romper la recomendación de “no salir de casa” podría causarles problemas e incluso hasta una aprehensión. La salud de ambos se fue deteriorando sin que tengan respuestas claras del SEDES. Asistieron a una clínica privada y el laboratorio confirmó que se trataba de COVID-19. Elizabeth murió el 16 de abril. Iván aún se recupera de la enfermedad, pero sobre todo de la pérdida de su ser amada.

Frente a esta experiencia, el director del SEDES Cochabamba, Eddy Calvimontes, explica cómo funciona la atención a las personas aisladas.

“Desde un inicio de la pandemia la gente ha sentido rechazo ante la sola idea de estar cerca de un contagiado. Hubo rechazo, discriminación, incomprensión, pero sobre todo la falta de información de la gente han sido tales que incluso los médicos han sufrido sus efectos. Por eso, la idea es llegar de la manera más desapercibida posible”.

El SEDES cuenta con una línea gratita 168 es gratuita que funciona las 24 horas. A pesar de ser una sola línea tiene tres teléfonos derivados. Este diario llamó y una persona explicó que las brigadas de médicos son movilizadas de acuerdo a la gravedad del caso. “Debemos preguntar si tienen síntomas (fiebre por encima de los 38.5 grados, tos persistente, diarrea, dolores de articulares). Si la persona tiene entre dos a tres de estos síntomas, activamos la brigada”.

También preguntan los contactos que tuvieron los últimos 14 días. Si estuvo cerca de un infectado, con extranjero, si realizó viajes antes. La edad también es importante porque si es mayor de 60 años es propenso.  Si hay enfermedades de base como diabetes, renales, asmáticos o tuberculosis.

La persona que contestó el teléfono informa que en cada turno reciben, entre los tres teléfonos, aproximadamente 75 llamadas. “Pero varios vecinos llaman denunciando que han visto mucho movimiento en la casa vecina” “En la vivienda de enfrente ha llegado una persona, por qué permiten que suceda eso”, cosas así.

Señala que la susceptibilidad  de la gente frente a los infectados continúa en más de un mes de cuarentena.

Calvimontes considera que cada día deben recibir unas 800  llamadas, pero no son solamente consultas sobre el coronavirus, sino todo tipo de mensajes. “Es difícil discriminar y hacer que tengan una sola ruta”.

Dice que cuentan con un “check list”, un registro de los responsables de recepción que valoran de acuerdo la urgencia del caso.

BRIGADAS Tras obtener los datos se asignan brigadas. Existen cuatro brigadas integradas por 8 médicos y dos psicólogos, es decir cada una tiene dos médicos y si es necesario se incluye al grupo a un psicólogo.

“Se movilizan de incógnito para seguir a 31 aislados en Cochabamba”.

El responsable de Vigilancia Epidemiológica del SEDES, Rubén Castillo, informó en días pasados que desde la llamada del paciente sospechoso hasta la atención en el domicilio no pasan de 24 horas, con previa valoración de los médicos quienes determinan si va a las pruebas. En caso de aislamiento se realiza una supervisión periódica que es por llamada. Refuerza la idea de  que no quieren que los vecinos vean ambulancias. Hasta el 20 de abril habían 61 casos confirmados de coronavirus en Cochabamba, de los que siete permanecían internados en hospitales y los demás, estaban aislados en sus domicilios.

“Al momento tenemos 31 casos en monitoreo de aislamiento, pero siete está en hospital y dentro de ese grupo hay dos (pacientes) que están en tercer nivel”.

Calvimontes señala que la presencia de un psicólogo es importante en la asistencia, porque  la gente es muy susceptible a autosugestionarse y le lleva a autoenfermarse.

“Si los vecinos ven una ambulancia, se alarman, empiezan a filmar y luego viralizar en redes. Se buscan horas que los mismos vecinos recomiendan para  evitar susceptibilidades.

Considera que las brigadas, de momento son suficiente para dar atención. “El seguimiento también se hace a las personas positivas que han sido ya dados de alta”.

Calvimontes dice que algunas respuestas pueden durar días, todo dependiendo del llenado de la ficha. “Si por el contrario tenemos es sospechoso por un contagio de coronavirus entonces se acelera el proceso y se hace mucho más rápido”.

Respecto a la denuncia de lo sucedido con Iván y Elizabeth, dijo que la brigada revisó la muestra y en 72 horas salió negativo. “Después, ellos fueron a una clínica privada y le hicieron una prueba rápida que se llama GeneXpert, que es poco confiable. Recomendamos que se haga la PCR”.

Fuente: https://www.opinion.com.bo