DETALLE
Turnos largos y estrés constante
Roberto y Juan relataron que cumplen turnos de 24 o más horas, y no solo atienden a pacientes con Covid-19, por lo que admitieron que tienen miedo y maximizan medidas de bioseguridad para evitar contagios.
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“El miedo a entrar con infección, tenemos que hacer el esfuerzo junto al hospital de minimizar el riego de contacto, se trabajan 24 horas continuas, trabajamos arduamente, apoyando este servicio con mayores horas de trabajo, que transitoriamente es un apoyo personal e institucional pero que representa también una carga emocional”, dijo Roberto.
Juan, por su parte, relató: “Recuerdo el primer turno con estos pacientes (de Covid-19), era algo nuevo para todos, ahí vino el estrés y la repercusión para todos”.
Dijo que tratan de no mostrar esta preocupación a los pacientes: “El paciente positivo se siente como nosotros, aislado, sin poder entrar en contacto con familiares, hemos tratado de no mostrar nuestra preocupación ni inseguridad, siempre decir que esté tranquilo, que van a estar bien, que hable con sus familiares vía telefónica, no debemos alarmarnos”.
Enfermera: Hay temor de llevar el virus a casa
Norah, enfermera de 59 años, llega a su casa cada tarde, luego de cumplir la jornada laboral que dispone su turno de enfermería, donde se encarga, entre otras cosas, de atender a pacientes sospechosos y positivos del nuevo coronavirus Covid-19.Al entrar, se cambia toda su ropa, deja sus zapatos en una solución de lavandina y va a la ducha.La mujer vive con su esposo, que tiene 61 años, dos hijos adultos y sus dos nietos de 9 y 3 años, por lo que decidió habilitar un cuarto para ella sola, buscando minimizar cualquier riesgo de contagio, si es que hubiera, con sus familiares.Esta semana, a ella le tocó atender a dos pacientes con Covid-19. Un joven y otro mayor de 50 años.“Todo es nuevo, estamos aprendiendo a manejar estos casos, entonces es caótico por ahora y hay incertidumbre, miedo y estrés. Sobre todo por el temor de llevar el virus a nuestras casas”, indicó la mujer.Ella lidera un equipo de 6 enfermeras, tres se ellas son auxiliares y tres licenciadas, pero dos han pedido su baja médica; una porque está embarazada y otra porque tiene un niño de 3 años.Entonces su grupo de trabajo se ha mermado. Ella no puede pedir la baja porque solo se la dan al personal que tiene más de 60 años o niños menores de 5.“A varios que han pedido baja tampoco les han dado, porque nos quedaríamos sin personal también”, indicó.
“Tuvo que pasar esto para que valoremos la salud”
Roberto y Juan no se desaniman a pesar de las falencias del sistema y la gravedad de la pandemia. Ellos lamentan que tuviera que suceder una crisis de este tipo para que se valore la salud y al personal médico.“Es lamentable que haya pasado esto para pensar recién que es importante la labor de todos, es verdad que nosotros estamos en riego, pero sería fundamental que la sociedad tenga ese pensamiento y los que piensen que esta pandemia es chiste, que lo asuman con responsabilidad”, dijo.Roberto, por su parte, señaló que la pandemia dejará varias lecciones, pero una de las más importantes es que se podrá valorar el esfuerzo del personal de salud.“Luchamos constantemente no solo contra el coronavirus, sino contra varias enfermedades como el dengue, la tuberculosis, contra el hacinamiento, eso no da una lección de que debemos tomar con seriedad la salud, esas lecciones debe dejar la pandemia”, aseveró.Lamentó que algunas personas, e incluso profesionales de salud, estigmaticen a los médicos que tratan pacientes con Covid-19.“Por ejemplo a mí me han estigmatizado, me han puesto un veto en otras clínicas para que yo no ingrese, es una desesperación también, pánico en las personas, en el mismo personal médico, creo que todos deberían ser más tolerantes”, relató.
Fuente: lostiempos.com