El arquero boliviano, de fugaz paso por Boca, recordó cómo vivió la llegada del micro Xeneize al Monumental para jugar la final de la Libertadores 2018. “Se puso en riesgo la vida de muchas personas”, aseguró.
«Me acuerdo de todo, las bengalas y los botellazos quebraron las ventanas de atrás y de adelante, por suerte estabamos en el medio», dijo Lampe sobre las primeras agresiones al bus que los trasladaba por Avenida Libertador. «Despues hubo mucho gas y costaba respirar, hasta hubo compañeros sangrando. Se hizo dificil», siguió el arquero boliviano que había llegado para competir el puesto con Agustín Rossi, ya que Esteban Andrada había sufrido una seria lesión en la mandíbula en cuartos de final de la Copa ante Cruzeiro.
Lampe dio detalles y aseguró que la determinación de suspender el partido fue lo correcto, ya que no estaban dadas las condiciones para salir a jugar. «No hubo exageración, Sebastián Villa y Fernando Gago estaban pálidos, Pablo Perez se había lastimado en la cara y Gonzalo Lamardo sangrando, era muy complicado jugarlo», dijo el arquero de 33 años en diálogo con TNT Sports.
Fuente: Ole