Si tuviéramos que resumir en un único adjetivo el perfil del candidato del MAS a las elecciones del 6 de septiembre, éste sería “pagado de sí mismo” que si uno abre el Espasa Calpe de la lengua castellana nos trae veintena de sinónimos que le cuadran como anillo al dedo. La conclusión sale a cuenta después de seguir entrevista televisiva donde además repite su discurso una y otra vez, como disco rayado.
Arrogante se muestra, vanidoso, autocomplaciente, insolente presuntuoso, altanero y vano. Para seguir con los subadjetivos, imperturbable, falso, astuto, ocioso, corroído y desinflado. Si seguimos con vano diremos además que es fingido, descortés, brusco y aturdido, palurdo (que no usamos en Bolivia) pero también maleducado, descarado y creído.
La mentada intervención fue claro reflejo del prototipo del soberbio y estirado jefazo a quién menciona como “jefe de su campaña” desde Buenos Aires endiosado y presuntuoso se clonó en su representante tipo inservible e imperturbable cuando se trata de repetir mentiras, decir medias verdades o trasmitir consignas.
Suelo no seguir las entrevistas con el “candidato”, pero esta vez “Noches sin sombra” le siguió la corriente, 11 veces mencionó “el MAS es el más grande”, el MAS viabilizó la fecha, el MAS acá y el MAS allá, se atribuyó la gestión de la reunión con el Tribunal Electoral y el establecer la nueva fecha. Se pudo notar, a lo largo de la entrevista, por supuesto extraordinariamente complaciente con el masista, al que no se le formuló una sola pregunta incómoda. El comunicador todo complaciente a punto de echarle flores, aunque sí lo hizo de modo indirecto por “las iniciativas y las acciones” en esta gestión de la definición electoral.
Total que el político “pagado de sí mismo” mostró su pedante actitud a lo largo de todo el programa. Urgidos los televidentes por la pretenciosa altanería del descarado personaje, autor del mayor despilfarro en la historia nacional, de una fingida gallardía astuta y engañosa, sin duda aplaudida por sus seguidores a los que favoreció en la tramitación de emprendimientos con generosas coima, comisiones y sobreprecios según los medios van detallando desde la escapada de Chimoré a México.
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El ciudadano común queda perplejo ante el autosuficiente “autor del milagro” que sella con su nombre y apellidos. Creación financiera que mostró como un inédito ejemplo de “realismo socialista” que no había sido otra cosa que espejuelos con que los conquistadores trocaron vidrio por oro en los inicios de la colonización.