Bolivia exige elecciones limpias

 

Para tener elecciones verdaderamente limpias, es necesario desmontar la estructura masista diseñada a su medida, que culminó en el mega fraude 2019. No podemos ir a nuevas elecciones, con las mismas reglas del fraude.



El MAS no es un partido democrático. Siguiendo la doctrina del Foro de San Pablo, muestran su verdadero rostro en Venezuela, Cuba y Nicaragua. La democracia auténtica les importa un pito, es apenas una vía para implementar su narco populismo dictatorial.

Para tener elecciones limpias, necesitamos al menos las siguientes condiciones:

1) Tomando en cuenta la pandemia que nos aqueja, la fecha de la elección tiene que ser fijada en función de directrices sanitarias, y no por un acuerdo político. La vida es el bien mayor.

2) El valor del voto urbano y rural, tiene que ser igual para todos los bolivianos, un elemental principio democrático.

3) La depuración del padrón electoral, es un tema innegociable. Finalmente, este fue el padrón con que se desarrolló el fraude 2019. El Comité pro Santa Cruz y otras instituciones de la sociedad civil, deben verificarlo.

4) Los ciudadanos que cumplan los 18 años, tienen derecho a elegir y ser elegidos. Los derechos constitucionales se tienen que cumplir.

5) Se debe garantizar el voto de los ciudadanos que radican en el exterior, haciendo la depuración necesaria, especialmente en Argentina donde a todas luces esta distorsionado.

6) Es imperioso que Tribunal Supremo Electoral (TSE), delegue a los Tribunales Electorales Departamentales, el manejo y responsabilidad del Padrón Electoral y el Registro Civil (SERECI). No al centralismo del TSE.

7) El TSE debe, además: 1) Pedir las normativas legales necesarias, para viabilizar las elecciones que merece la democracia. Entre otros el cambio del sistema D’Hondt, por una fórmula de reparto parlamentario más justo. 3) Eliminar de su plantel profesional a los que fueron parte del fraude. 4) Implementar los debates presidenciales obligatorios.

Por lo expuesto, es necesario anular las elecciones en curso y llamar a un nuevo proceso electoral; cuando pase la pandemia, corrigiendo los vicios del mega fraude 2019.

Un apunte final: la solución definitiva para dejar atrás el narco Estado masista, es una nueva Asamblea Constituyente. Una Asamblea decente, que no sea elaborada en un cuartel militar, ni manchada con la sangre de nuestros hermanos capitalinos.