martes, 4 de agosto de 2020 · 00:00
Fuente: paginasiete.bo
Zona Norte / Montero
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Guabirá tiene el visto bueno del Gobierno nacional para que su plantel profesional vuelva a los entrenamientos, pero la dirigencia del club, bajo la presidencia de Rafael Paz, primero quiere solucionar el tema salarial con sus jugadores para luego poner en práctica el trabajo que ya está planificado.
Es que el retorno a las prácticas implica inversiones económicas; la principal, realizar las pruebas de laboratorio PCR a todos sus jugadores, cuerpo técnico y personal de apoyo, para confirmar que no hay contagiados con el Covid-19 y lo principal es la salud económica de los futbolistas. El costo de cada prueba PCR en el país oscila entre los 800 y 1.000 bolivianos y el azucarero debe realizar este análisis al menos a unas 45 personas.
El presidente fue claro, dijo que primero se va a pagar los sueldos adeudados y luego se verá lo demás, afirmó el secretario general del club azucarero, Orlando Quispe.
Paz está muy preocupado por el tema económico y esta vez la dirigencia roja no quiso dar una fecha del pago a sus jugadores, por respeto a los jugadores, puesto que dieron varias fechas y no pudieron cumplir, porque no se pudo conseguir el dinero de las empresas que lo patrocinan en la División Profesional.
No podemos seguir poniendo fechas, para continuar fallando, ojalá mañana (por hoy) tengamos sorpresas, afirmó Quispe. La dirigencia adeuda a sus jugadores el 25% de los salarios de abril y mayo, de acuerdo al compromiso firmado con el plantel, cuyos jugadores se debieron dedicar a otras actividades para llevar el sustento a sus familias.
El fútbol boliviano está paralizado desde hace cuatro meses. En consecuencia, los futbolistas sufrieron un recorte importante de sueldos porque no hay actividad deportiva.
Sin embargo, algunos de ellos se las han ingeniado para seguir generando ingresos durante la pandemia del coronavirus y se dedican al delivery.