Qhochala, voluntario para probar vacuna en Estados Unidos

El boliviano Jorge Alborta Arteaga recibirá la primera dosis mañana. Espera que pronto se controle a la Covid-19.

Jorge Alborta con su mascota “lola”, en la puerta de su casa en Estados Unidos. JORGE ALBORTA

Jorge Alborta con su mascota “lola”, en la puerta de su casa en Estados Unidos. JORGE ALBORTA

 

“Tengo un poco de miedo, pero sé que todo saldrá muy bien. Mi fe en Dios me sostiene y fortalece”, dice Jorge Alborta Artegada, el joven cochabambino que fue aceptado como voluntario para probar la vacuna contra el coronavirus de la farmaceútica Moderna en Estados Unidos (EEUU).



Reconoce que hasta el domingo en la noche ningún miembro de su familia estaba informado sobre la decisión que tomó el chef qhochala, para ser parte de los miles de voluntarios que recibirán las primeras vacunas que están aún en fase de prueba, y que todo el mundo espera que dentro de poco tiempo sean aceptadas y comercializadas sin restricciones.

“Ví en las noticias que necesitaban voluntarios, principalmente latinos y afros. Pensé durante dos días en los pro y contras. Luego decidí llenar la solicitud”, recuerda.

Jorge no se imaginó que a las dos semanas de haber postulado lo llamarían, sobre todo porque hay muchos candidatos y, según la información a la que tuvo acceso era posible que la respuesta podría tardar hasta meses.

El viernes pasado recibió la llamada de aceptación y se sorprendió mucho.

“Lo primero que vino a mi mente fue dar gracias  Dios por la oportunidad de ser voluntario y, de esa forma, ayudar para que se tenga una vacuna que ayude a mi país, a mi familia y al mundo”, dice con mucho entusiasmo.

Recuerda que al escuchar la voz por el celular que le daba “la buena noticia”, se le subió la sangre a la cara y no lograba salir del asombro.

Jorge vive en Washington hace 19 años.

MAÑANA INICIA EL VIAJE

Mañana comenzará el voluntariado que tiene como objetivo contar una vacuna que permita a la humanidad inmunizarse contra el mortal coronavirus.

El voluntario tendrá que acudir al George Washington Hospital para ser sometido a una serie de exámenes que comienzan por la temida prueba PCR para que confirmen que el  cochabambino no tiene coronavirus. Posteriormente, recibirá la primera dosis de la vacuna y tendrá que permanecer al menos media hora en el centro de salud para que los médicos puedan evaluar las primeras reacciones, si es que las tiene.

La voz en el teléfono que es el único contacto que conoce, hasta el momento, le comunicó que recibirá otra dosis dentro de un mes.

Durante todo ese tiempo estará monitoreado por profesionales para que le hagan seguimiento estricto de la evolución.

Pero las cosas no quedan ahí, Jorge tendrá que escribir una especie de diario sobre todo lo que le sucederá desde que se levantehasta que se acueste. Será asistido y asesorado por un equipo de especalistas del hospital.

Asimismo, durante los próximos 25 meses tendrá que realizarse exámenes de sangre de forma permanente.

“Estaré sometido a un control estricto y al centímetro. No será fácil ser conejillo de indias”, comenta con una sonrisa el qhochala que tuvo que cerrar su restaurante por temor al coronavirus y para preservar la salud y vida de varias personas que trabajaban en su negocio.

Con total firmeza señala que su mayor anhelo es que todo vuelva a la normalidad dentro de poco tiempo para que las familias logren reencontrarse y pasar tiempo juntas.

“Quiero poder viajar para abrazar a mis padres, a mi familia y a mis amigos. Sé que este es un año con muchos problemas, pero también es un tiempo que nos está permitiendo reflexionar sobre nuestras acciones para ser mejores seres humanos”, afirma.

2 semanas

El joven cochabambino fue aceptado como voluntario para probar la vacuna, luego de dos semanas de haber enviado la solicitud vía internet. El proceso se realizará en el George Washington Hospital.