Las trabajadoras sexuales de El Alto, se declaran “al borde de la pobreza” ya que la cuarentena les obligó a paralizar sus actividades y están casi seis meses sin ganar un centavo para llevar a sus hogares. Pese a que confeccionaron sus “mamelucos sensuales”, las autoridades les recuerdan que está prohibido abrir los locales nocturnos.

La representante de las trabajadoras nocturnas, Lily Cortez, dijo que, ante la falta de atención a sus demandas por parte de las autoridades, su sector amenaza con salir a las calles y habilitar los lenocinios que existen en la 12 de Octubre, Cruce Villa Adela, la Ceja y otras zonas de esta urbe.

“Todos ya están trabajando y a nosotras nos dicen que no podemos trabajar. No entienden que nosotras también sabemos comer, tenemos hijos y una familia que mantener”, dijo la representante.



 Recordó que en reiteradas oportunidades las trabajadoras del placer presentaron propuestas de bioseguridad para ejercer la prostitución en tiempos de la pandemia y coronavirus.

“La falta de respuesta está obligando a las compañeras a salir a las calles, trabajar en alojamientos sin ninguna medida de protección. Como no nos dejan trabajar, ahora en los alojamientos las trabajadoras sexuales y sus clientes están exponiendo su salud. Queremos advertir que en cualquier momento puede explotar el VIH y el Covid-19 y eso es más que una bomba”, dijo.

CONTROL SANITARIO

El sector demanda reabrir los lenocinios para hacer el control sanitario y que las trabajadoras sexuales ejerzan su oficio con medidas de bioseguridad y horarios diurnos habilitados por la cuarentena.

Al respecto, el jefe de la División de Trata de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, William Calderón, anunció que continuarán los operativos y no se descarta aprehensión de las trabajadoras del placer por ejercer el oficio de forma clandestina.

“No vamos a permitir que las trabajadoras sexuales estén en los lenocinios clandestinos, porque están vulnerando la cuarentena sanitaria poniendo en peligro su salud y la de la población, por lo tanto, los operativos continuarán y advertimos con aprehender a las trabajadoras sexuales que estén en las calles o alojamientos”, dijo.

El jefe policial dijo que, si bien en Bolivia la prostitución es legal, este sector debe tener en cuenta que estamos en cuarentena y que también ellas corren el riesgo de contagio masivo no sólo de las trabajadoras sino de sus madres, padres, hijas, hijos y toda su familia.

“Las trabajadoras sexuales no son objetos, ellas más que cualquier otra persona tienen contacto directo con sus clientes y son parte del grupo más vulnerable no sólo la Covid, sino al VIH, y otras ITS”, dijo.

Desde que se inició la cuarentena el 22 de marzo hasta el domingo pasado, la FELCC de El Alto en coordinación con la Intendencia Municipal, clausuró al menos 20 lenocinios clandestinos y eso aparentemente está obligando a las trabajadoras de la noche a migrar a zonas de la periferia donde utilizan los alojamientos para continuar con su actividad.

Finalmente, la representante de las trabajadoras del placer dijo que ya no tienen dinero y están a punto de hacer estallar otro conflicto. “Los pocos ahorros que teníamos se nos ha acabado, estamos al borde de la pobreza y lo único que queremos es que nos dejen trabajar o salimos a las calles como todos lo hacen”, amenazó Cortez.