Alea jacta est

Gary Prado Araúz: “No voy a rendirme, yo vivo cama adentro para ...

Se traduce del latín como «Adelante la suerte está echada» y se atribuye a Julio César, cuando cruzó con sus tropas el río Rubicón, prohibido para las tropas militares del Imperio Romano. Algo así como quemar los puentes y quedar sin opción de retroceso.

Eso ocurrió hoy en Bolivia. A las 18:30 se venció el plazo otorgado por el TSE para renunciar personalmente a las candidaturas y reemplazar nombres en las listas.



De manera que la suerte está echada. Acudiremos a las elecciones con todos los candidatos inscritos. Queda pendiente la anulación de la candidatura masista por difundir datos de encuestas no aprobadas por el TSE. Eso es harina de otro costal.

Para los ciudadanos democráticos se perdió la oportunidad de candidaturas unitarias. Acudiremos a votar entre varias opciones. Ahora, a diferencia de octubre 2019, no existe el peligro masista. Si esa candidatura – la de Arce – sobrepasa el 20% será casi un milagro. Perdieron iniciativa, prestigio y respaldo ciudadano. Son marginales y no tienen opciones de alianzas post elecciones.

Pues bien, nuestros candidatos no leyeron el pedido de la gente y se lanzaron al ruedo pretendiendo ser únicos e irreemplazables. Tocará votar e intentar ganar. Escribo intentar porque obviamente ninguno la tiene ganada. Todos tienen opciones; uno o dos llegarán a la 2a vuelta.

Sin embargo, urge tomar conciencia de algo importante: ¡debemos votar!! Por A, B, C, o D, pero debemos concurrir a votar.

Es cierto y evidente que la pandemia está ahí y acecha. Pero ya aprendimos a protegernos. Entonces, cumpliendo todos esos protocolos de bioseguridad, debemos asistir a votar.

Un dato importante: Como no se logró modificar la distribución territorial y poblacional de las circunscripciones electorales, los masistas tienen opción de incorporar varios diputados uninominales, al ubicarse como primera minoría. Es un riesgo latente. Por ello mientras más gente democrática vote, menos opciones de imponerse tienen los seguidores del tirano huido.

Esta convicción de asistir a votar, debemos transmitirla en nuestros entornos laborales, familiares, de amistad.

La oportunidad de reducir la representación parlamentaria de los fascistas del MAS está ahí, servida. No la desaprovechemos.

Adicionalmente, cumplamos con el deber de elegir un candidato por el cual votar.

El voto blanco o nulo, no ayuda.

Otra vez, como en octubre y noviembre del año pasado, los dirigentes políticos nos dejaron la responsabilidad a los ciudadanos. Pues a asumirla.

Desde ahora se percibe que el próximo gobierno tendrá que buscar acuerdos parlamentarios para sobrellevar la administración del Estado y la recuperación de la institucionalidad republicana.

Pues mientras más parlamentarios comprometidos con ese afán sean elegidos, menos probabilidades de supervivencia tiene el Estado Plurifiasco del MAS.

Es matemática simple. Por ello reitero que los votos deben ser válidos.

Desde ningún punto de vista me atrevería a inducir el voto por tal o cual candidatura. No estamos en octubre 2019. Así que con invitarlos a participar libre y conciencialmente me basta.

El destino de esta Patria y la Nación boliviana está en nuestras manos.