¿Cuerudos?

Eduardo-Bowles

Eduardo Bowles

Hay quienes creen todavía que el MAS no llegará al 20 por ciento de votación el 18 de octubre y reniegan cuando ven las encuestas, las rodean de dudas y prefieren negar una realidad que algunos consideran como una fuerte posibilidad de que el régimen anterior recupere el poder a través del voto ciudadano.



El comentarista Carlos Valverde llamó “cuerudos” a los que siguen considerando que el MAS puede manejar mejor la economía, la salud y la crisis política que cualquiera de los demás partidos, mientras que otro reconocido analista se pregunta en las redes sociales: “¿Es cierto paceños? Casi le vuelan Senkata, no les dejaron pasar oxígeno a los hospitales, murió gente esperando ese oxígeno ¿y aun así el MAS sigue siendo el que más apoyo tiene en ese departamento?”.

Las observaciones se refieren al 35 por ciento de preferencia que mantiene el MAS en el departamento de La Paz y Cochabamba, cuatro puntos debajo de Oruro y al liderazgo que conserva en casi todo el occidente del país, además de Pando y Tarija.

Estas grandes decepciones, al igual que las de otro pensador que se lamenta porque en Bolivia se valora muy poco la democracia, el estado de derecho y la decencia, ocurren porque últimamente ha circulado mucho material de opinión (de dudosa procedencia) sobre el famoso “voto duro”, de la misma forma que se manipula el concepto de “voto útil” o se afirma que el MAS habría perdido la clase media. Los hechos pueden demostrar que hay mucho de falaz y mitológico en todo aquello.

En principio, no hay razones para alarmarse ni decepcionarse tanto, pues los números del MAS son diametralmente opuestos a los que ha venido obteniendo desde 2005 y a las expectativas que siempre ha tenido el cocalero de llegar al 70 por ciento, número que lo hubiera atornillado al poder. En realidad, las cifras se han reducido a menos de la mitad y en el caso de La Paz y Oruro tampoco hay que apresurarse a hacer juicios, pues recordemos que en esas regiones hubo ocasiones en las que el MAS obtuvo más del 60 por ciento de votación.

Muchos bolivianos nos entusiasmamos demasiado con lo ocurrido en octubre y noviembre del año pasado y hay quienes todavía se sorprenden porque la dictadura de Morales prácticamente se desvaneció sin necesidad de menear mucho el árbol. La alharaca que armaron algunos por el “golpe” fue injustificada, pues nadie tumbó a Morales y él escapó solito sin que nadie lo corra.

Es verdad que muy pocos salieron a defenderlo. Sus movimientos sociales terminaron siendo un mito, pero no hay que confundirse, pues el apoyo al MAS no proviene solamente de ahí, sino de una inmensa burguesía criolla que el antiguo régimen alimentó muy bien a través de la economía ilegal, informal, el contrabando, el narcotráfico y muchas otras actividades que están esperando el retorno del “proceso de cambio” para volver a su “normalidad”. Esa porción de la población es muy grande, no tiene clase definida, se guía únicamente por intereses económicos y se mantiene oculta, sin mencionar sus preferencias electorales hasta el día de la votación.

Fuente. Facebook Eduardo Bowles