En Bolivia se incumple el Convenio de Minamata sin reportes sobre emisiones de mercurio

El Convenio de Minamata fue suscrito por Bolivia en 2013 junto a otros 140 países, por tratarse de una problemática mundial que ocasiona daños en la salud de los sistemas vivos y consecuentemente en el ser humano.

ECUna de las dragas que se incrementaron en la región del Norte de La Paz para recuperar oro. Foto: EC
Fuente: (ANF)
En Bolivia se incumple el Convenio de Minamata al no elaborarse los reportes sobre emisiones de mercurio al medioambiente que puedan ayudar a definir sitios vulnerables y generar políticas de control de la contaminación, informó el biólogo Carlos Molina.
Dijo que después de 2016 cuando se presentó el estudio “Línea de Base sobre los Usos, Emisiones y Contaminación de Mercurio”, ya no se actualizaron más estos reportes, que es uno de los compromisos el realizar el monitoreo periódicamente sobre los niveles del contaminante.
El Convenio de Minamata fue suscrito por Bolivia en 2013 junto a otros 140 países, por tratarse  de una problemática mundial que ocasiona daños en la salud de los sistemas vivos y consecuentemente en el ser humano.
El acuerdo lleva el nombre de Minamata, que hace referencia a una ciudad de Japón, donde hace más de 50 años se produjo uno de los mayores desastres industriales con cerca de 900 muertos y más de dos mil afectados.
Las personas del lugar mostraron extraños síntomas como falta de coordinación y sensibilidad en manos y piernas, pérdidas de visión y audición y, en casos extremos, parálisis e incluso muerte. Después de 12 años se descubrió que una empresa química vertió de forma oculta grandes cantidades de mercurio a una bahía cercana.
“Un contaminante que proviene del propio mercurio es el metilmercurio que es 10 veces más toxico que el metal. Su transformación se produce por la actividad de bacterias que originan la metilación y demitilación”, aseveró el experto.
Molina afirmó que las actividades relacionadas con la extracción de minerales ferrosos y no ferrosos, la explotación de cal, la producción de cemento, la industria minera aurífera y la recuperación artesanal del oro, son contaminantes del medioambiente en el país, por la liberación de uno de los métales más tóxicos del planeta.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones del estudio “Línea de Base sobre los Usos, Emisiones y Contaminación de Mercurio” en el que colaboró el biólogo, sobresale la creación de una agencia ambiental. “A partir de ello, se realizaron algunos estudios sobre niveles de contaminación en la cuenca del Madre de Dios donde existe una fuerte problemática de explotación de oro que proviene desde el país vecino del Perú”, agregó.
Explicó que en 2016 se estaba consolidando una secretaría dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, que se dedicaría al trabajo de inventario y gestión de políticas sobre contaminantes llamada “Pronacops” pero luego ya no se supo de ningún reporte al respecto.
Respecto de la creación del Plan Nacional de Mercurio que también es recomendado en el estudio, Molina considera que falta mucho, pero lo principal es garantizar la competencia de esta agencia ambiental referida a gestión de políticas y monitoreo sobre los niveles de contaminación con mercurio tanto en el medioambiente como en las actividades productivas que usen el metal.
“El principal problema recae en las poblaciones rurales pobres, mucha gente es empleada en la actividad minera artesanal para recuperar oro, lo que exacerba la concentración del contaminante en los diferentes compartimentos del medioambiente y no sólo en desmedro de la misma salud de los mineros, sino también en los diferentes organismos que indirectamente pueden intoxicar a otras poblaciones humanas que consumen alimentos contaminados como los peces”,  enfatizó.