Unicef entrega insumos de bioseguridad a centros de salud de comunidades indígenas

El organismo internacional destinó Bs 2.865.000 para mejorar la nutrición, educación, comunicación, salud, acceso al agua, saneamiento e higiene de familias indígenas afectadas por la pandemia.

Sociedad



domingo, 13 de septiembre de 2020 · 11:08

Fuente: paginasiete.bo

¿Página Siete Digital

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en Bolivia, este domingo informó que en el marco de sus acciones contra los efectos de la pandemia por coronavirus, entregó insumos de bioseguridad a postas y centros de salud.

“Para reducir las consecuencias de la pandemia del Coronavirus y de la cuarentena establecida por esa enfermedad, Unicef está en pleno proceso de adquisición y entrega de suministros de bioseguridad a familias Yuki, Yuracaré y Chiquitana. Además, se entregaron insumos de bioseguridad para el personal de salud de centros y postas de salud al servicio de esas poblaciones indígenas en los municipios de Cochabamba y Santa Cruz”, informó el organismo a través de una nota de prensa.

La pandemia del Covid-19 colocó a las naciones indígenas de Bolivia en situación crítica, ellas enfrentan riesgos importantes como la escasez de alimentos y acceso a salud, por lo que organismo internacional desarrolló un plan de respuesta a la emergencia del Covid-19 con un financiamiento de 2.265.890 de bolivianos para apoyar a las poblaciones indígenas en cinco áreas: salud; agua, saneamiento e higiene; nutrición; comunicación y educación.

En ese sentido Unicef priorizó el apoyo a Chiquitanos, Yukis, Yurakaré dado su mayor riesgo de vulnerabilidad: en el primer caso su población es de 91.481 personas, los Yuracaré son 3.394, y los Yukis, 202. Sin embargo, está trabajando en extender su apoyo a otras poblaciones indígenas.

La ayuda del organismo para hacer frente a la pandemia en Bolivia, fue plasmada a través de la dotación de kits y suministros de bioseguridad para centros y postas de salud, y brigadas móviles médicas; la dotación de estaciones móviles de lavado de manos para esos mismos lugares.

La entrega de nutribebé para mejorar la nutrición de niños entre seis meses a dos años de edad, además de la entrega de vitamina A para niños de uno a cuatro años, y la promoción de la lactancia materna.

Campañas de información; y la capacitación a docentes para la enseñanza a distancia, diseño e implementación de modalidades educativas a distancia incluyendo radio, asimismo la entrega de kits de material escolar que incluye libros de lectura.

En cuanto a su más reciente actividad de apoyo a Chiquitanos, Yukis, Yurakaré, se entregó al personal de los servicios de salud, barbijos N95, guantes de nitrilo, gafas herméticas con ventilación lateral, alcohol en gel, desinfectante de piso y jabón líquido.

También se entregaron suministros esenciales para la prevención del Covid-19 y la higiene familiar como, barbijos de tela, detergente en polvo, jabón líquido antibacterial, alcohol en gel y desinfectante para piso.

En Cochabamba, la donación llegó a las comunidades Yukis y Yuracarés del municipio de Chimoré, Villa Tunari y Puerto Villarroel donde se distribuye la ayuda a cinco centros de salud y ocho postas de la red indígena de salud de ese departamento, así como de manera directa a 1.150 familias Yukis y Yuracarés de 55 comunidades.

En Santa Cruz, los insumos de bioseguridad llegaron al municipio de San Antonio de Lomerío y los puestos de salud de Fátima, Palmira, Puquio Cristo Rey y San Lorenzo. También se entregarán los insumos, de forma directa, a 1.000 familias de la nación Chiquitana. Se estima lograr un impacto en 30 comunidades.

Además, se donará el suplemento nutricional Nutribebé para mejorar el estado nutricional de 342 niños Chiquitanos, 40 niños Yuki y 260 Yuracaré.

La situación de los pueblos indígenas del país, empeoró por la emergencia sanitaria del coronavirus y por los efectos económicos de la cuarentena, siendo afectados con: escasez de alimentos, limitación en acceso a servicios de salud, enfermedades preexistentes y alta exposición a otras, vulneración del derecho a consulta, participación y autodeterminación, violencia física y sexual contra mujeres y niñas, poca participación de mujeres en toma de decisiones.

Principalmente los Guarasuwe, More, Tapiete, Machineri, Yaminahua, Araona, Sirionó, Yuqui y Pacahuara, son pueblos con alta vulnerabilidad en riesgo de etnocidio por su escasa población y por procesos de aculturación social y política. Las poblaciones indígenas más vulnerables son aquellas que viven en zonas geográficas remotas de la Amazonía, del Chaco y de los Andes.

Por falta de información desagregada tampoco es posible identificar y cuantificar riesgos para estas poblaciones ni visibilizar los problemas que tienen en el ejercicio de sus derechos. Uno de los problemas, es que el actual registro sanitario para coronavirus, no incluye la autoidentificación étnica.

22 de los 34 grupos indígenas de las tierras bajas son altamente vulnerables. “Esas personas sufrirían riesgos de salud desproporcionados, principalmente por la falta de recursos humanos competentes y acceso a servicios básicos”, citó una investigación realizada en junio por el CEJIS.

Unicef también remarcó que en lo que concierne al derecho a educación virtual de la niñez indígena, estos no tienen acceso a internet o equipamiento como computadoras, tabletas o celulares para estudiar en casa, y señala que el Gobierno transitorio no implementó otras estrategias para el uso de la televisión o radio para garantizar que el derecho a la educación se respete.

“(La pandemia) está agravando la precaria situación en la que se encuentran hoy la mayoría de los pueblos indígenas. Debe hacerse todo lo posible para garantizar que las respuestas a la pandemia no dejen a nadie atrás”, expresó la ONU a tiempo de pedir acciones específicas para los indígenas.