Astrónomos descubrieron un «planeta rebelde» de tamaño similar a La Tierra deambulando sin estrella madre por la Vía Láctea

Es el planeta de este tipo más pequeño jamás detectado. Para observarlo, los científicos tuvieron que usar un efecto de “microlente gravitacional” para tomar la luz de una estrella distante y reflejarla como una lupa gigante sobre el cuerpo celeste

El planeta rebelde más pequeño jamás detectado fue descubierto gracias a un efecto astronómico conocido como microlente grabitacional. Crédito: Jan Skowron / Astronomical Observatory, University of Warsaw
El planeta rebelde más pequeño jamás detectado fue descubierto gracias a un efecto astronómico conocido como microlente grabitacional. Crédito: Jan Skowron / Astronomical Observatory, University of Warsaw

Fuente: infobae.com

Astrónomos de Estados Unidos y Polonia descubrieron un planeta de tamaño similar a la Tierra que deambula por la Vía Láctea sin una estrella madre que lo ponga a orbitar a su alrededor.



Lo han bautizado “planeta rebelde” y, aunque no es el primero de este tipo en ser descubierto, sí es el más pequeño detectado hasta el momento.

De acuerdo a lo que conocemos del universo hay planetas -los que están dentro de nuestro sistema solar y orbitan alrededor del Sol, su estrella madre-, exoplanetas -que orbitan alrededor de otras estrellas madres dentro y fuera del Sistema Solar- y planetas “rebeldes”, que no siguen la órbita de ninguna estrella regente.

Estos últimos podrían ser miles o millones. Incluso podrían haber más de ellos que estrellas en la Vía Láctea. Sin embargo, detectarlos no es sencillo pues no poseen luz propia y no siguen órbita alguna.

En 2011 este mismo equipo de científicos había encontrado 10 objetos de este tipo, cada uno del tamaño de Júpiter, el planeta más grande de todo el Sistema Solar. Ninguno tenía una estrella madre dentro de 10 unidades astronómicas, que es una medida basada en la distancia que hay entre La Tierra y el Sol.

Este nuevo “planeta rebelde” fue detectado aprovechando un fenómeno astronómico conocido como ‘microlente gravitacional’, que consiste en doblar la luz de las estrellas más distantes a él para crear un efecto de lupa gigante y poder observar este cuerpo celeste.

El efecto en cuestión es muy poco frecuente, pues requiere que el telescopio del astrónomo esté en una alineación casi perfecta tanto con el objeto que se quiere observar como la estrella que se está usando de fuente de luz.

La gravedad de un planeta que flota libremente puede desviar y enfocar la luz de una estrella distante cuando pasa cerca de ella. Debido a la imagen distorsionada, la estrella parece temporalmente mucho más brillante. Crédito: Jan Skowron / Observatorio Astronómico, Universidad de Varsovia

La microlente es el resultado de la teoría de la relatividad general de Einstein: un objeto masivo (la lente) puede desviar la luz de un objeto de fondo brillante (la fuente). La gravedad de la lente actúa como una enorme lupa que dobla y magnifica la luz de estrellas distantes.

Así lo afirmó Przemek Mroz del Instituto de Tecnología de California, astrónomo y principal autor del artículo en el que se reportó el descubrimiento del “planeta rebelde”.

“Si un objeto masivo (una estrella o un planeta) pasa entre un observador terrestre y una estrella fuente distante, su gravedad puede desviar y enfocar la luz de la fuente. El observador medirá un breve brillo de la estrella fuente”, detalla.

El objeto masivo fue detectado en una región de la Vía Láctea conocida como “Bulbo Galáctico”, que se encuentra en la parte central de la galaxia. La observación fue realizada por el telescopio de Varsovia, en el Observatorio Las Campanas, en Chile.

El disco de la Vía Láctea es visto sobre el Telescopio de la Universidad de Varsovia en el Observatorio Las Campanas en Chile en una recreación artística (Jan Skowron/Universidad de Varsovia via REUTERS)
El disco de la Vía Láctea es visto sobre el Telescopio de la Universidad de Varsovia en el Observatorio Las Campanas en Chile en una recreación artística (Jan Skowron/Universidad de Varsovia via REUTERS)

Según los investigadores, este último planeta rebelde, llamado OGLE-2016-BLG-1928, es el más pequeño jamás detectado. Su masa sería similar a la de la Tierra o la de Marte, que es cercano en tamaño pero más pequeño que nuestro planeta.

La masividad de los objetos observados por el efecto de microlente se determina por la duración del evento. Como la mayoría de los registrados pertenecen a estrellas, estos suelen durar varios días. Cuando se han detectado planetas flotantes rebeldes, el evento dura unas cuantas horas. Pero en este último caso tan solo duró 42 minutos.

“Cuando vimos este evento por primera vez, estaba claro que debía haber sido causado por un objeto extremadamente pequeño”, dijo otro autor del artículo y astrónomo Radoslaw Poleski de la Universidad de Varsovia, en Polonia.

Conluyeron que es de los “planetas rebeldes” porque, si estuviese girando alrededor de una estrella, esta también habría influido el evento de microlente. Algo que no ocurrió

Podemos descartar que el planeta tenga una estrella dentro de unas ocho unidades astronómicas”, agregó.

La gravedad de un planeta que flota libremente puede desviar y enfocar la luz de una estrella distante cuando pasa cerca de ella. Debido a la imagen distorsionada, la estrella parece temporalmente mucho más brillante. Crédito: Jan Skowron / Observatorio Astronómico, Universidad de Varsovia

Una de la teoría que tienen los astrónomos sobre este tipo de planetas es que fueron formados los discos giratorios de gas denso y polvo alrededor de las estrellas (al igual que los planetas ordinarios), y ser expulsados violentamente de sus sistemas planetarios originales después de interacciones gravitacionales con otros cuerpos (como otros planetas del sistema), por lo que flotan libremente por la galaxia.

Estos datos son relevantes para entender el turbulento pasado de nuestro propio Sistema Solar o sistemas planetarios similares.

La búsqueda de planetas que floten libremente es uno de los motores científicos del Telescopio Espacial Romano Nancy Grace, que actualmente está siendo construido por la NASA. El proyecto está programado para empezar a funcionar a mediados de la presente década.