Carlos Pablo Klinsky*
Después de 14 años sin debates con todos los candidatos presidenciales (el “Jefazo” se excusaba con el argumento de “sólo debatir con el pueblo”), la expectativa generada para el primer gran foro de la recuperada democracia era grande.
Sin embargo, el encuentro de candidatos de ayer sábado nos dejó un gusto amargo, como un monólogo de siete que no sirvió para abordar en profundidad los problemas y desafíos que debe afrontar el país.
Por el formato elegido, no se dio el necesario contraste de visiones y modelos, el cruce entre presidenciables, que suele proporcionar la información realmente útil para la decisión ciudadana, sino que solamente vimos enumeraciones de ofertas, muchas de ellas demagógicas.
En el fondo, el foro fue precipitado con esas características por una maniobra de campaña de Luis Arce, quien ha venido tratando de evadir otro debate, con garantías de seriedad dadas por la CEPB, la ANPB y otras entidades, programado para este domingo.
Con el show de ayer, Arce encontró la manera de mostrar que “sí debate”, asistiendo a un “no debate” donde se evitaría los cruces incómodos y las preguntas por todo lo que no se hizo –y ahora se promete- durante 14 años.
Esperemos que, más allá de esa chicanería, pueda realizarse hoy un verdadero encuentro con la presencia de todos los candidatos, para lo que hay que interpelar al candidato masista por sus evasivas.
La democracia boliviana todavía espera el debate que se merece, con todos los candidatos y el necesario contraste de visiones y modelos.
*Senador por el Movimiento Demócrata Social