La pijama y el trampolín

Editorial de eju.tv

“No es momento de buscar culpables. Atte. Los Culpables”, dice un meme que circula después del Día D. Lo cierto es que sí hace falta un esfuerzo de reflexión autocrítica para determinar qué pasó en la oposición, por qué no se logró la conexión con ciertos electorados ni la sinergia entre distintas fuerzas políticas.

De un lado tenemos al candidato de la pijama, muy cómodo en la pasividad de una Campaña Zoom, y quien sólo hizo 8 actos territoriales en comparación a los 51 del MAS. Confiado, además, en la estrategia de anclar el pedido de unidad solamente en el voto útil, sin una búsqueda amplia de acuerdos o alianzas.



Por otra parte, está el candidato del trampolín, que vio en los comicios nacionales una plataforma para proyectarse hacia las elecciones regionales del año que viene, su verdadero objetivo, ante el cual era sacrificable el destino del gobierno central (aunque también tenía cierto interés en los “votos de oro” en el Parlamento, que al parecer no conseguirá).

Ninguno de los dos, ni en Zoom ni en caravana, se embarró los pies para entrar en contacto directo con la gente, sobre todo en la periferia, donde volvió a imponerse el MAS.

Batalla secreta por el gabinete

Mientras Luis Arce adelanta que Evo Morales no formará parte del gobierno y David Choquehuanca moviliza organizaciones sociales para pedir un gabinete ministerial con nuevas figuras, las viejas fichas del evismo no descansan, procurando acelerar el retorno del “Jefazo”. El caos de una convulsión puede ser el ambiente para pescar en río revuelto, forzando el nombramiento de ministros de “mano dura” y cancelando el intento de renovación del MAS. Sería una estrategia de la tensión.

Mano negra

Capturas falsas del Twitter del ingeniero Edgar Villegas, intentos de hackeo a la plataforma Ríos de Pie y denuncias de Waldo Albarracín sobre una infiltración en su cuenta, han sido parte de una avalancha de fake news generadas en la jornada de ayer por alguna mano negra, de esas que juegan a instalar la posverdad.

En parte, la desinformación puede provenir de quienes buscan evadir responsabilidades por la derrota electoral, desconociendo resultados en una suerte de negacionismo de la realidad. Pero también debe tenerse en cuenta quién sería el principal beneficiario de una convulsión vía polarización, y que tiene equipos de guerreros digitales actuando desde Argentina, Rusia y México.

Falta de claridad en el TSE

Por supuesto, los buscadores de confusión ven su tarea facilitada por la falta de claridad en las explicaciones del presidente del TSE, quien mantiene el tono sibilino cuando debería ser taxativo. Si la página web del Órgano Electoral fue paralizada por ataques cibernéticos (millones de peticiones de acceso por minuto, tal vez de la misma “mano negra” mencionada arriba) sería bueno que lo diga públicamente.