Mosito en nuestras vidas

Mañanas, tardes o noches, era lo de menos; las clases finalizaban y TOPsi era repleto.

Y entonces…



Aparecían las peladas del Finot, del Santa Ana, del Cardenal, del Uboldi, del Jesús Maestro, pelaus de La Salle, del Lincoln, o los del Jesús.
Unas peladas radiantes, otras preocupadas con los exámenes finales.

Y de pronto…

Aparecía Él y conseguía lo que nosotros no podíamos: Abrazaba y besaba a las peladas más lindas, se sentaba con ellas y nosotros mirando. Sacaba su arrugado cuaderno ¡y obtenía sus números de teléfonos!, era un maestro. Y así pasaba el tiempo; TOPsi se vaciaba y finalmente Él también se iba.

Pero también lo pillabas en los conciertos de Trilogía, en las noches de la Blacut, en los intercolegiales de música, las precas, mañanas deportivas, en «El buen gusto», «La media luna» o en la laguna Tom Hackett…

A todos lados Él llegaba.

Antes de irse se apegaba y te decía:
– «¿Dame un quinto pa mi pasaje?»
O también, la clásica:
_ «Choca puta» si alguna pelada se le hacía la linda.

Cuando lo vi hace meses me envolvió la nostalgia, dicen que ayer se fue de este mundo y con él, los momentos más felices de nuestras existencias juveniles…

MOSITO: GRACIAS POR EXISTIR Y SER PARTE DE NUESTRAS VIDAS.

EL ESCRIBIDOR

Fuente:Facebook El Escribidor