Decenas de familias salieron ayer a lucir sus ingeniosos disfraces e intercambiar dulces en El Prado de la ciudad de Cochabamba para celebrar la fiesta de Halloween o Noche de Brujas pese a las limitaciones que existen por la pandemia de la Covid-19.
En un recorrido por el centro de la ciudad este medio constató que niños y jóvenes participaron entusiasmados de la actividad vistiendo llamativos disfraces y delicados maquillajes de películas de terror.
Varias personas hicieron caso omiso a las recomendaciones sanitarias de respetar el distanciamiento, el uso obligatorio del barbijo y alcohol mientras que otros por precaución optaron por colocarse mascarillas con diseños de dientes incrustados.
Calaveras, brujas, diablos, calabazas y monstruos fueron los elementos que más emplearon los asistentes para festejar esta fecha.
Entre los disfraces de películas resaltaron las de la Casa de Papel, Joker, Payaso It, Drácula, Katrina de Coco y la Llorona.
Desde temprano los comerciantes se apostaron por inmediaciones de la plaza Colón y Las Banderas para ofertar variedad de productos que infunden miedo.
Varios vendedores contaron que este año las ventas fueron bajas en comparación con otras gestiones al igual que la afluencia de personas.
Pese a las dificultades, varios negocios se animaron realizar concursos para que la gente consuma alimentos.
En tanto que algunas familias decidieron sumarse a los festejos con mayor cuidado. Este fue el caso de vecinos de la OTB San Gabriel que organizaron un concurso de disfraces para que los niños y adolescentes muestren su creatividad sin exponerse a riesgos en aglomeraciones.
El secretario de Cultura de la Alcaldía, José Heresi, indicó que no se puede prohibir a las personas realizar los intercambios de golosinas por lo que solo resta recordar a la población que debe respetar el protocolo de bioseguridad para transitar por espacios públicos para que cuiden su salud.
“Se está haciendo un control para evitar aglomeraciones. Los padres tienen que ser más responsables cuando traen a los niños a estos paseos porque la pandemia no ha desaparecido, continuamos en riesgo, es mejor quedarse en casa”, agregó.
La fiesta de Halloween es de origen celta y en los últimos años ganó popularidad entre jóvenes y niños en Latinoamérica.
Esta gestión quedaron de lado la apertura de casas de terror para festejar una noche terror aunque algunos emprendedores se animaron a ofrecer por redes sociales como Facebook tours virtuales de lugares con actividad paranormal.
Cambian barbijo por maquillaje
Los adolescentes optaron por festejar Halloween maquillándose el rostro para salir a pasear con sus amigos o participar de alguna fiesta virtual.
En Quillacollo, los salones de belleza ofertaron una variedad de diseños desde 10 bolivianos para dibujar figuras de terror. En este municipio el punto de concentración fue la plaza Bolívar donde incluso se pudo apreciar que los asistentes cantaban.
Fuente: lostiempos.com