Fuente: Carlos Valverde
Carlos Valverde en la red .– La CIDH y su comisión para elaborar conclusiones sobre los hechos de 2019 son la continuidad del acuerdo firmado en noviembre del citado año. No hay ni debe haber nada «excepcional»; son que los protocolos se ajusten y el trabajo sea lo que deba ser y sepamos quién y qué cosas pasaron de verdad en esos días y se apliquen las sanciones legales que correspondan. Nadie tiene porque echarse flores. La CIDH trabaja para gobiernos, es parte del club del poder. Nada garantiza que la CIDH trabaje como corresponde.
La comisión que viene de la CIDH tiene que hacer un trabajo que no deba «someterlo» al gobierno nacional, antes de su publicación. Sólo así se garantizará que el mismo responde a criterios de DDHH y legales. Esto no parece comenzar bien, ojalá se reencauce el caso.