Adjudicó dos obras millonarias a la empresa de su esposa. Está acusado por el delito de uso indebido de influencias. Estuvo en la cárcel y el proceso penal está abierto. Celier Aparicio Arispe es un general de la Fuerza Aérea Boliviana. El expresidente Evo Morales lo posesionó como comandante de la FAB en 2015. Antes fue su piloto personal del Falcon 900 EX EASY, que al país le costó 38,7 millones de dólares.
Cándido Tancara Castillo / La Paz
El senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Félix Ajpi anunció ayer que pedirá el alejamiento del director de la Dirección General Aeronáutica Civil (DGAC), Celier Aparicio, posesionado el lunes en el cargo por el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, si constata que favoreció con dos obras millonarias a la empresa de su esposa y por cuya causa la justicia tiene procesos penales abiertos en su contra.
“Seguramente como exlegislador (Montaño) ha debido tener conocimiento de esto y no creo que no lo tenga, pero nosotros somos nuevos en esto, pero vamos, yo particularmente voy a investigar, si es cierto vamos a hacer conocer al ministro (de Obras Públicas) que deje sin efecto este nombramiento”, aseveró el senador Ajpi.
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La fiscal de material América Ríos imputó de manera formal contra Aparicio en enero de 2020 por “la comisión del delito de uso indebido de influencias”, después que la denuncia fuera presentada por la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), dependiente del Ministerio de la Presidencia y que administra recursos del programa Bolivia cambia, Evo cumple.
Según el abogado especialista en delitos patrimoniales Álvaro Munguía, la imputación formal contra Aparicio está relacionada con la adjudicación de dos proyectos cuando era autoridad. En su calidad de comandante de la Fuerza Aérea Boliviana adjudicó en 2016 la construcción del coliseo deportivo en Rodeo-Vacas a la empresa Arbatech Construcciones de su esposa, Irma Ballesteros Lavayén, por valor de 3,4 millones de bolivianos.
Luego, prosiguió, cuando era director de la DGAC también adjudicó la construcción de la Unidad Educativa Juan XXIII en Cochabamba, en septiembre de 2019, por un monto de tres millones de bolivianos. Arbatech Construcciones también se adjudicó otras dos obras, la Polmilae por valor de 2,7 millones de bolivianos y la del coliseo para la II Brigada Aérea de la FAB por 4.844.181 bolivianos.
En enero de 2020, Aparicio fue enviado a la cárcel de San Pedro y en abril se benefició con detención domiciliaria. El 20 de noviembre, cuando el MAS ya era gobierno, se benefició con libertad irrestricta, pese a la imputación formal en su contra.
El lunes (7), el ministro Montaño posesionó a Aparicio en el cargo de director de la DGAC, desde donde adjudicó una obra a la empresa de su esposa en 2019. “El caso está abierto, (Aparicio) no puede ejercer el cargo porque puede influir negativamente en cualquier testigo, puede suprimir documentación, usar su influencia como director de DGA”, afirmó Munguía.
El jurista aseguró que solo en cumplimiento de Art. 235 del Código de Procedimiento Penal no debió ser posesionado porque representa “peligro de obstaculización en la averiguación de la verdad” de la investigación que está en curso contra Aparicio.
El experto en temas laborales Rodolfo Eróstegui afirmó que en el sector privado la admisión de una persona con proceso penal no es permitida y mucho menos en un cargo ejecutivo.
Munguía afirmó que la posesión de Aparicio en la DGAC “puede dañar la imagen política del nuevo gobierno” y “no sabemos si la población va a tolerar” porque “está reñida con la ética y moral”. Insistió que lo peor del caso es que Aparicio vuelve al cargo donde cometió “el delito de uso indebido de influencias en la adjudicación de dos obras a la empresa de su esposa”. Munguía afirmó que corresponde a la UPRE representar la posesión de Aparicio en la DGAC.
El senador Ajpi anunció que “vamos a tomar ciertas determinaciones en el Legislativo porque no podemos aceptar, habiendo tanta gente profesional de alto vuelo que pueden ocupar esos lugares, (hay) especialistas en el ramo, creo que no; para nosotros no es justo que personas con antecedentes vuelvan a ocupar y mellen la imagen de nuestro presidente Luis Arce”.
El ministro Montaño exigió el lunes a Aparicio que determine si hubo o no corrupción por un edificio de 10 pisos construido al final de la pista del aeropuerto de El Alto. “Señor director (Aparicio investigue) caiga quien caiga, sea alcaldesa (Soledad Chapetón), concejales, no interesa, encuentre dónde se ha cobrado coimas, haga los procesos”.
De acuerdo a un informe de gestión de agosto de 2018, entre 2007 y julio de 2018, el programa Bolivia cambia, Evo cumple gastó 15.657 millones de bolivianos para la ejecución de 8.797 proyectos. En el Sistema de Contrataciones del Estado figuran alrededor de 130 proyectos para la ejecución de canchas deportivas adjudicadas de manera directa. En promedio el costo oscila entre el millón y los 4,7 millones de bolivianos.
Celier Aparicio fue piloto de Evo Morales
Celier Aparicio Arispe es un general de la Fuerza Aérea Boliviana. El expresidente Evo Morales lo posesionó como comandante de la FAB en 2015. Antes fue su piloto personal del Falcon 900 EX EASY, que al país le costó 38,7 millones de dólares. “El hermano general nos ha entregado un proyecto de coliseos de cuatro millones de bolivianos para Rodeo. Queda aprobado, vamos a construir”, dijo Morales el 19 de abril de 2016.
Aparicio y su esposa, Irma Ballesteros, crearon la empresa unipersonal Arbatech Construcciones, en agosto de ese año. En diciembre de 2016 Aparicio adjudicó a su cónyuge la construcción de un coliseo deportivo en Rodeo-Vacas por un monto de 3.429.620 bolivianos. Aparicio fue posesionado como director de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) el 12 de enero de 2018. Adjudicó a Arbatech la construcción de la Unidad Educativa Juan XXIII el 17 de septiembre de 2019, por un monto de tres millones de bolivianos.
Arbatech también se adjudicó otras dos construcciones por 7,5 millones de bolivianos.