Reinaldo Díaz: “En la medida que se agrava la pandemia cae la demanda y crece el desempleo”

El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Reinaldo Díaz, habla de cierre de unidades productivas y un escenario complejo en el empleo, iliquidez y pide condiciones para sostener el crecimiento sectorial y la seguridad alimentaria del país.

¿En pandemia el sector agropecuario de Santa Cruz alcanzó un desempeño positivo, ¿cuál fue la fórmula para conseguirlo?
La producción agropecuaria es una cadena que tratamos de fortalecer y tecnificar continuamente, por eso pedimos acceso a tecnología para estar mejor preparados por si vienen otras pandemias o dificultades económicas que afecten al país. Pudimos crecer más, pero quebraron miles de productores de sectores como el avícola, porcino, algodonero y hortícola.

En pandemia tuvimos que buscar variantes y adaptarnos a la nueva forma de funcionar; sin embargo, algunos sectores no encontraron alternativas y resultaron más perjudicados. Debemos trabajar en la tecnificación, modernización e integración de cadenas para fortalecer nuestro aparato productivo y enfrentar cualquier contingencia.



_En lo relativo a política pública, ¿qué requiere el agro para sortear la recesión que afrontan?
El ingreso masivo de productos de países del exterior deja en evidencia que la mayor parte de lo producido en el país precisa incrementar los rendimientos y eso se logra con tecnología y certidumbre a largo plazo. Necesitamos fortalecer la genética en campo, infraestructura de transporte, apertura de mercados externos y financiamiento. Además, deben aplicarse medidas para robustecer la oferta y la demanda interna para evitar que aumente el desempleo.

_El sector agropecuario es el motor que impulsa la economía boliviana, pero se advierte desatención del Gobierno. ¿Qué opina al respecto?
La mayor parte del financiamiento del sector agropecuario no proviene del sistema financiero regulado, está en casas comerciales, agroindustrias y otras empresas. Ahí está gran parte de la mora del sector y éste es un problema añejo que requiere solución. Es momento de dar una salida a este tema y generar líneas de financiamiento para capital operativo e inversiones de largo plazo con el fin de un crecimiento más elevado y sostenido.

_La semana pasada el Gobierno anunció un decreto que crea un fondo, a través de dos fideicomisos, por valor de Bs 911 millones para dinamizar la economía del aparato productivo del país, ¿ustedes creen que es suficiente?
Para reactivar la actividad agropecuaria por lo menos se requieren $us 800 millones. A medida que se agrava y prolonga la pandemia, la demanda de muchos productos sigue en caída y eso nos lleva a escenarios complejos en la reducción de empleos por el cierre de unidades productivas.

_En la gestión de la presidenta Jeanine Áñez se logró libertad plena para exportar, pero hace poco el nuevo Gobierno abrogó la norma por considerarla una amenaza para la seguridad alimentaria, ¿cuál debiera ser la línea de los gobernantes?
La seguridad alimentaria no está en riesgo porque en soya el mercado interno consume menos del 30% de lo que producimos. Hemos trabajado con los ministerios de Desarrollo Rural y Desarrollo Productivo para que las nuevas reglas no signifiquen desmotivación en ningún eslabón de la cadena, sean productores primarios, transformadores y consumidores pecuarios, estamos a la espera de esta nueva normativa. Lo que necesitamos es apertura de mercados porque nuestro país tiene un potencial y capacidad para incrementar la producción actual, de dos o tres veces más. El mercado local es muy pequeño y de forma recurrente tenemos problemas de saturación con resultados negativos para los productores.

_También se anunció que se dejará sin efecto la normativa que establecía procedimientos abreviados para la adopción de nuevos eventos biotecnológicos en soya, caña de azúcar, algodón, maíz y trigo, ¿cuál es la lectura sectorial al respecto?

El debate de salud y medioambiente ha sido superado hace años, por algo se cultivan millones de hectáreas en el mundo y también en países vecinos. El dilema nuestro es ¿qué queremos consumir?, productos transgénicos importados o de producción nacional, porque el hecho de que no produzcamos no significa que no consumamos, vemos que los productos que ingresan actualmente tienden a incrementarse. Es tan práctico, como eso. Es muy sencillo verificar qué tipos de granos y derivados ingresan para consumo animal de todo el país y también para consumo humano.

_¿El sector agropecuario cruceño acaba de perder a un dirigente (Marcelo Pantoja) defensor inclaudicable de los intereses del agro, ¿Cuál es el legado que deja?
Su entrega para luchar por el desarrollo y el progreso del sector agropecuario hasta sus últimos días. Nos motiva a seguir en esa dinámica, porque lo único que buscamos los dirigentes son oportunidades para los bolivianos y eso es con tecnología de última generación para competir en igualdad de condiciones con países vecinos.

_En lo productivo, ¿cuáles son las perspectivas para este año?
Proyectamos crecer un 1,5% en superficie cultivada en la campaña de verano 2020/2021. A partir de segundo semestre del próximo año veremos si el escenario de la pandemia del Covid-19 mejora y si existe mayor certidumbre para incrementar la producción.