Ingrid Wichtendahl
Más vale malo conocido que bueno por conocer? Por supuesto que no. Esa es la filosofía de los resignados, de la gente sin criterio propio, de los arrebañados, tibios y timoratos.
Después de meses de incertidumbre y frustración luego de pasar la insólita vuelta en círculo en 339 días que tuvo que transitar nuestro pueblo (de noviembre/2019 a octubre /2020) hoy resulta altamente esperanzador comprobar que hay una brisa fresca y renovadora para el gobierno municipal.
Ciertamente es una realidad muy gratificante la aparición de ciudadanos valientes que abren ventanas al optimismo para mirar una nueva forma de gestionar la ciudad enfocados en erradicar la añeja corrupción a la que los políticos han acostumbrado a la gente con dos variables: roba pero hace obras o piedra libre aproveche quien pueda, roben pero no tanto.
Entusiasman Gary Añez y Enrique Bruno, ambos candidatos ofrecen los principios y valores de la ética y la transparencia como resorte fundamental para la gestión municipal en pos de conseguir el desarrollo humano y físico de la ciudad. Ambos son la esperanza para crear un nuevo paradigma político para las generaciones jóvenes los llamados millenials, “nacidos a partir de los 80, una generación digital, híper conectada e informada y con altos valores sociales y éticos”.
Ambos candidatos tienen la fortaleza de empezar en la política sin padrinazgos ni militancia partidaria de buscapegas y ambos tienen también una excelente trayectoria el uno como comunicador y el otro como funcionario de la gobernación.
Sin embargo es lamentable que tras conocerse la importante preferencia electoral que tiene Gary, según las encuestas, se haya desatado la guerra sucia y celos extremos en su contra. Hasta se lo acusa de plagiar una frase de Macri y el modelo de un spot televisivo como si se tratara de una gran falta de deshonestidad. Plagio, según la RAE, es copiar en lo sustancial obras ajenas dándolas como propias. Tendrá el spot de marras la categoría de ser una obra con derecho de autor registrado? Hay un libro de autor francés, editado el 2000, titulado Entre Poder y Placer y no por ello vamos a decir que al llamar a la revista Poder y Placer se ha cometido plagio. Es buscar pelos en la leche y sólo desmerece la calidad profesional de los acusadores que malgastan su tiempo en nimiedades.
Volviendo a lo sustancial debe celebrarse la calidad del electorado cruceño que hoy apuesta por una política con valores éticos y compromiso social. Y en vez de conformarse con malo conocido prefiere bueno por conocer.
Fuente: eju.tv