“La sociedad oculta de Santa Cruz de la Sierra”

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Una “Sociedad Oculta” es lo que percibimos día a día en esta convivencia ciudadana. En determinadas circunstancias el ocultamiento de quienes generan este tipo de accionar, es característica principal y móvil de aquellos que perdieron sus valores y principios cristianos de aquellas familias que los educaron.

La participación al interior de esta sociedad podrida, es una relación superficial y demostrativa de una sarta de apariencias materiales sin ningún tipo de respaldo que justifiquen una riqueza limpia, honesta y de trabajo. Más bien,  se traduce en una competencia de quien aprovechó la oportunidad de lavar su dinero mal habido, ya sea: de drogas, de comisiones, de enriquecimiento ilícito, de un cargo público, de una sentencia jurídica, de la libertad de un corrupto, de la estafa a una institución, etc.



«La sociedad es oculta, pero no en el sentido de secreta o clandestina» es bueno recalcarlo, ya que la misma es existente solamente para los partícipes, pero eso basta para hacer de ella una verdadera sociedad, desde que es de su faz interna de donde nacen los elementos característicos de la sociedad.

Las sociedades secretas pueden ser una reliquia de tiempos antiguos, pero todavía tienen el poder de intrigarnos, pero sobre todo en influenciar de mala manera en la ciudadanía en general, apoderándose de toda institución que ejerza dominio y dependencia de la sociedad constituida y protegida por una carta magna de cualquier nación.

En Bolivia, siempre existieron de una manera u otra, pero en el pasado se convirtieron en la base fundamental de la intelectualidad, cultura y liderazgo político de nuestro país. Con el tiempo lo intelecto y lo cultural desaparecieron y dieron paso a la corrupción que casado al liderazgo político, viene generando la pérdida de valores en gran parte de la sociedad boliviana.

La mayoría de las sociedades secretas modernas se inspiraron en la masonería adoptando sus apretones de manos, palabras-códigos, rituales privados y complejas cadenas de mando. Rituales estrafalarios y una jerarquía en la que los miembros ascienden a través de varios niveles a medida que adquieren experiencia y respeto dentro de la sociedad.

Lastimosamente, Santa Cruz es la que más sufre las consecuencias de estas “Sociedades Ocultas”, si en su momento histórico, la creación de una de ellas tenía la finalidad de proteger los intereses cruceños, sus instituciones y su cultura de las mal intencionadas pretensiones del poder central político. Hoy en día, la finalidad de todas ellas es generar espacios de poder donde tengan la potestad de usufructuar los recursos económicos de las instituciones públicas – privadas; Cooperativas ya sean de servicios básicos, financieras hasta educativas.

“Caballeros del Oriente” y “Toborochi” son las “sociedades ocultas” cruceñas, que perdieron el norte. Hoy buscan en una disputa política, abrir nuevos espacios de poder en la gobernación y en la alcaldía. Sus intereses, si bien, blindarán a nuestro departamento de las corruptas intenciones de un poder totalitario del gobierno del MAS, es demostrar su predominio entre ellos.

Lo inconcebible para quienes vivimos en Santa Cruz, es que la sociedad aparente de unos cientos de logieros, sea la vía política que promovamos millones de ciudadanos.