Fuente: Nadia Beller
Lamentablemente está tan naturalizado en la política boliviana el servilismo y la condescendencia que se practica cuál mafias piramidales de reverencia al líder del Gobierno o partido y de este en orden escalonado hasta el último de los dirigentes, quedando en una especie de vasallos los militantes; sin el más mínimo sentido de crítica al jefe; donde tener iniciativa propia o perspectiva crítica fuera de la estructura, se considera una afrenta repudiable.
En esa lógica, cruceño que asume un cargo jerárquico en el MAS parece ser consciente de esta realidad y aceptarla con beneplácito para servir rastreramente a las políticas masistas, que hoy más que ayer son de revanchismo, dejan de lado sus arraigos con su tierra y su gente, por las dádivas que el cargo y el estatus les otorgan
La necesidad del MAS de taponar la estructura con una cuota regional y de género para maquillar la hegemonía blancoide andina, algo de aymara y predominantemente machista que impera en el partido, los obliga a utilizar figuras cómo Gabriela Montaño y Adriana Salvatierra, que pese a haber ostentado dentro del parlamento grandes cargos, jamás procuraron un proyecto de impacto para el desarrollo cruceño y ahora Marianela Prado, que sabiendo a su Santa Cruz la más golpeada por la pandemia permite la infamia de que de 900.000 vacunas donadas por el mecanismo Covax, no llegue ni una para su gente, ni una para su tierra.
¿Cómo es posible que siendo Santa Cruz el departamento más poblado de Bolivia reciba 249 contratos ósea el 8.23% para trabajadores en Salud, de los 3025 que entregó el Gobierno el viernes pasado, y La Paz con menor número poblacional y de afectados por Covid-19 reciba el 28.2% de estos contratos? (Ojo, no es que los paceños no las merezcan o necesiten, la crítica va por la falta de igualdad en el trato a todos los bolivianos, con temas tan sensibles como la salud y la vida)
¿Cómo es posible que teniendo un cargo tan importante Marianela Prado y siendo tan representativos dentro de la estructura masista sus ahora candidatos Mario Cronenbold y Adriana Salvatierra, permitan tal delito de omisión del deber de cuidado para con Los Cruceños en tiempos de pandemia, tal desproporción, tal injusticia? ¿Cómo es posible que no hagan ni digan nada?
¿En qué momento pasan de militantes revolucionarios a pasivos objetos decorativos? ¿En qué momento pierden su sentido de humanidad y pertenencia?
Ustedes no nos representan a los Cruceños porque no llevan una agenda de lucha regional para complementarla a la occidental que gobierna, ustedes representan el más mezquino y materialista individualismo pro sueldo, son solo títeres de un afán de aculturación y sometimiento de nuestro pueblo, sin la más mínima coherencia entre lo que dicen y hacen. Son sólo unas pobres ovejas arreadas desde La Paz que de vez en cuando disfrazan de tipoy.
