Militares, policías y población dispersa será vacunada entre marzo y abril

El grueso de las dosis será aplicado en los centros de salud. El Gobierno analiza mecanismos para que el acceso a la inmunidad no sea “engorroso” sino ágil y sencillo.

 

 

Fuente: El Deber
 

Militares, policías y población dispersa, indígenas, originarios y campesinos, serán vacunados contra el Covid-19 entre marzo y abril, según informó este jueves María Bolivia Rothe, directora nacional de Epidemiología.

La profesional anticipó que el grueso de las dosis será aplicado en centros de salud, aunque se habilitarán algunos puntos estratégicos para ciertos grupos poblacionales, una vez lleguen el tercero y cuarto lote de dosis, que serán Sputnik V y AstraZeneca-Oxford.

“Entre marzo y abril simultáneamente a la vacunación de grupos poblaciones, se vacunarán grupos priorizados, entre los que se encuentran militares, policías, también la población vulnerable, indígenas, originarios y campesinos, poblaciones dispersas, poblaciones rurales y para eso tenemos brigadas móviles que se desplegarán en todo el país”, informó la especialista en entrevista con la red Unitel.

Manifestó que con las 500.000 dosis de Sinopharm, fuera de los profesionales sanitarios, se llegará a población con enfermedades de base que forman parte de grupos de riesgo, que, de contraer el coronavirus, tendrían complicaciones médicas.

“Al terminar de vacunar a los trabajadores de salud, que necesitan con mayor rapidez la vacuna, empezamos con las personas con enfermedades de base, personas que tienen cáncer, personas con enfermedades renales, luego seguimos con diabetes, enfermedad pulmonar crónica, obesidad, hipertensión, problemas cardiovasculares, todo ese universo de personas de personas que pueden tener una enfermedad de coronavirus grave, luego continuamos con las personas mayores de 60 años, propensas a ser una enfermedad importante y luego, en el último grupo, entran las personas entre 18 a 59 años, que son sanas”, acotó Rothe.

Anticipan que hasta septiembre se espera inmunizar a siete millones de bolivianos mayores de 18 años, mientras que se analizan mecanismos para que el acceso a las vacunas no sea burocrático.

“Estamos viendo las posibilidades de hacer que la vacunación no resulte engorrosa, complicada y un problema, estamos viendo varias alternativas para definir cuál será la mejor, estamos trabajando con Agetic para ver si será o no necesaria la inscripción”, precisó.

Destacó también que existe “un registro nominal de vacunación electrónica que nos sirve para seguir la huella a todas las personas que van a ser vacunadas” y que son los Sedes los encargados de la distribución de los inyectables en cada departamento.