Niñas, adolescentes y mujeres bolivianas innovan y buscan oportunidades de desarrollo en STEM

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

UNICEF afirma que brindar a todas las niñas y adolescentes la oportunidad de aprender, y sobresalir en STEM, requiere reinventar los sistemas educativos para que el aprendizaje sea sensible al género y suceda en cada aula.

 

“Este es un momento de cambio; para abogar por la igualdad de género en las oportunidades educativas e identificar áreas clave de aceleración que podrían conducir a la igualdad de género en la educación y en la fuerza laboral”, asegura Rafael Ramirez, Representante de UNICEF.



La pandemia del COVID-19 no ha limitado el deseo de las niñas, adolescentes y mujeres bolivianas para seguir innovando. Desde las ciencias naturales, las matemáticas, la robótica y otras áreas buscan oportunidades de aprendizaje, señala UNICEF Bolivia con motivo de recordar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, definido para el 11 de febrero de cada año.

La ausencia de niñas, adolescentes y mujeres en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés) puede perpetuar la desigualdad de género y se necesitarán 99,5 años para lograr la paridad en todo el mundo. Según cifras del Instituto de Estadística de la UNESCO (2020), en julio de 2019 la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras en ciencias era de solo 29,3%. En Bolivia, según la Agencia de Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información y Comunicación (AGETIC, 2018), tan solo 4,800 mujeres estudian carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, por sus siglas en inglés) mientras que 14,200 varones siguen esas profesiones.

 

La crisis global ocasionada por la pandemia del Covid-19 también es una crisis de aprendizaje, la cual provoca a su vez una crisis de competencias. Para las niñas y mujeres, esta crisis dificulta su acceso a oportunidades de aprendizaje de calidad en STEM, asignaturas académicas tradicionalmente atribuidas y dominadas por niños y hombres. Una generación de niñas corre el riesgo de quedar fuera de la fuerza laboral o quedar atrapada en empleos vulnerables o de baja calidad, debido a la falta de habilidades, la ausencia de trabajos de calidad y las expectativas y estereotipos de género.

 

En la mayoría de las regiones, las mujeres también son infrarrepresentadas en la fuerza laboral de STEM. Aumentar la participación femenina en estas carreras cerrará la brecha salarial de género y aumentará sus ingresos acumulados en 299 mil millones de dólares durante los próximos diez años, acelerando el desarrollo económico mundial (UNICEF, 2020).

En Bolivia, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la proyección poblacional para la gestión 2021 señala una población de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres de 3.906.724 entre los 5 y los 39 años. Se trataría de una población de personas, la mayoría de las cuales tiene la posibilidad de estudiar y formarse académicamente.

Reinventar la educación y propiciar el cambio

Durante el 2020, antes de la pandemia y durante ella UNICEF Bolivia realizó acciones para cerrar la brecha de género en ciencia y tecnología. Bajo el lema de “La ciencia y la tecnología son cosas de chicas” junto al Ministerio de Educación, se realizaron encuentros virtuales para resaltar el rol activo y de liderazgo de mujeres, niñas y adolescentes en estas áreas.

Asimismo, se continúa apoyando el desarrollo de habilidades STEM en niñas y adolescentes en el Espacio Joven del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA) y la AGETIC.

De esta forma se impulsa la democratización de oportunidades y fomento al aprendizaje autónomo, pero también se constató que persisten las desigualdades expresadas en la brecha digital que no permiten a todos y todas a acceder a oportunidades de aprendizaje de forma igualitaria.

UNICEF afirma que brindar a todas las niñas y adolescentes la oportunidad de aprender, y sobresalir en STEM, requiere reinventar los sistemas educativos para que el aprendizaje sea sensible al género y suceda en cada aula. “Este es un momento de cambio; para abogar por la igualdad de género en las oportunidades educativas e identificar áreas clave de aceleración que podrían conducir a la igualdad de género en la educación y en la fuerza laboral”, asegura Rafael Ramirez, Representante de UNICEF.

Políticas de empoderamiento

A través de la apertura de oportunidades en diferentes áreas y la educación en estas, un mayor número de niñas está desarrollando su potencial para convertirse en adultas empoderadas y seguras de sí mismas, más capaces de prosperar en el futuro.

UNICEF hace un llamado a reimaginar la educación para niñas a través de las STEM y para que estas sean mujeres empoderadas necesitan una formación que vaya “más allá de la lectoescritura y la aritmética”, que las equipe con las herramientas para participar de manera equitativa y activa en la solución de los desafíos complejos que enfrenta el mundo.

Las adolescentes con habilidades específicas relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas están mejor equipadas para participar de manera equitativa y activa en las economías cambiantes, los mercados laborales en evolución, los espacios educativos y en múltiples esferas de la sociedad.

Al respecto, UNICEF Bolivia señala que el país necesita esfuerzos multisectoriales (gobierno, empresa privada, sociedad civil, niñas) para que los estereotipos de género y discriminaciones (físicas y simbólicas), así como los techos de cristal (barreras no visibilizadas que se les pone a las mujeres para evitar su ascenso laboral), se reduzcan y desaparezcan.

Varias naciones trabajan desde sus gobiernos en políticas que apoyan la apertura de espacios y oportunidades para niñas y adolescentes mujeres, en el caso boliviano empiezan a elaborarse y tratarse leyes desde los ámbitos regionales y municipales no solo para promover la erradicación de la violencia contra las niñas y la difusión de sus derechos fundamentales amparados en la normativa nacional e internacional; también se plantean acciones operativas de sensibilización para romper estereotipos de género, brindar oportunidades de capacitación, campañas para la prevención de la violencia o intimidación, y para la prevención del embarazo adolescente y la trata y tráfico de personas.

Además, se requiere implementar políticas públicas integrales, orientadas a erradicar los factores estructurales de la violencia, con un enfoque preventivo, emprender programas sociales de identificación, notificación, investigación y tratamiento especializado de casos denunciados por maltrato hacia niñas.

Datos sobre la educación STEM

• La educación STEM puede promover el aprendizaje activo, ayudando a los estudiantes a desarrollar su inventiva, creatividad y pensamiento crítico.
• La educación STEM con perspectiva de género garantiza que las niñas tengan la oportunidad de pensar en la tecnología como un vehículo para el cambio, con múltiples impactos en la cultura, la sociedad, la política, la economía, el medio ambiente y la igualdad de género.
• Compartir mensajes positivos con las niñas sobre sus habilidades STEM es fundamental desde la primera infancia hasta la adolescencia, especialmente por parte de padres y maestros.
• Brindar a las niñas las mismas oportunidades que los niños para participar con juguetes y actividades STEM tiene el potencial de influir en la socialización de género.
• Sin educación STEM se aumentará la brecha digital de género y el mundo seguirá siendo diseñado por y para hombres.
• El potencial de las mujeres jóvenes seguirá sin explotar, correrán el riesgo de estar desempleadas, tener trabajos mal remunerados, infrarrepresentación en ocupaciones STEM, perderán trabajos futuros a medida que las economías cambien y exijan habilidades diversificadas.
• Sin STEM las niñas y mujeres estarán mal preparadas para responder a los desafíos del cambio climático y proponer soluciones efectivas para sus comunidades locales.