Asesinato serial en Villa Tunari: hallan a otra mujer enterrada y ya suman cuatro

 

El análisis preliminar que los investigadores realizaron a la personalidad de quien se declaró autor confeso de los cuatro crímenes, Omar Fernández, señala que tendría un perfil psicópata.

Carlos Quisbert  / La Paz



 

“Pido justicia para mi hija, para las cuatro que enterraron aquí. Tanto hemos caminado buscando a mi hija y no la encontramos, ha sido gracias a otra madre que encontramos este lugar”, lamentó la madre de Beatriz García Ustariz, la tercera de las víctimas del asesinato serial cometido desde 2017 en Villa Tunari (Cochabamba). El presunto autor, Omar Jhonny Fernández Herrada, según el análisis preliminar realizado por los investigadores policiales presenta una personalidad psicópata.

“El análisis lo debe realizar y confirmar un perito psicólogo, pero de forma preliminar él  presenta una personalidad psicópata y ya con cuatro víctimas se puede hablar de un asesino serial”, declaró ayer   a Página Siete el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Cochabamba, Alexander Rojas.

Fernández (de 27 años) se inculpó de los cuatro asesinatos, pero el director nacional de la Felcc, Alberto Aguilar, señaló que se desconocen los motivos, además que “existen serias contradicciones” entre las primeras declaraciones que dio, las que ofreció después y las que se tomaron a los otros dos implicados en el primer caso, revelado el 10 de febrero, Juan Denis Guevara (35) y David Zapana Ruiz (25). Los cuerpos fueron hallados en la zona Tres Arroyos de Villa Tunari, en el trópico de Cochabamba.

“Hablamos de asesinos seriales, estas personas, que están detenidas, afirman que cometieron esta serie de feminicidios por razones de índole económica, pero ninguna causa puede justificar estos hechos. Lamentablemente no descartamos que en el área se pueda hallar más cuerpos”, afirmó el comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera.

Antecedente

El primer cuerpo en ser hallado, el 10 de febrero de este año, fue el de Mónica Olmos Herrada, de 20 años, quien fue declarada como desaparecida el 21 de diciembre de 2020.

En sus primeras declaraciones, Fernández y Zapana afirmaron que el autor intelectual y material del asesinato fue Guevara, quien  supuestamente les ofreció 70.000 bolivianos para “hacer desaparecer” a su pareja, Mónica. Ambos aceptaron y el 20 de diciembre citaron a la joven con engaños, la maniataron y secuestraron en el vehículo de Guevara, la llevaron hasta la zona de Tres Arroyos, donde bajaron a la joven y caminaron casi media hora hasta llegar a orillas del río.

Los escabrosos detalles de las últimas horas de vida de Mónica fueron proporcionados por Fernández, quien además era primo de la víctima. Afirmó que luego de violar a la joven, Guevara pretendía quitarle la vida con un arma de fuego, pero se opusieron para evitar que el sonido del disparo alerte a los vecinos. Entonces, relató Fernández, Guevara “tomó un lazo y le ahorcó”.

Desaparecidas

Según el coronel Rojas, luego de varios días de búsqueda y descartar varias hipótesis, los investigadores verificaron que existían otros tres casos de mujeres jóvenes desaparecidas que pertenecían al mismo sindicato, en Villa Tunari, todas jóvenes, de entre 19 y 30 años. Por lo que se pidió una nueva inspección ocular en toda la zona y se dio con un indicio que conectó a Fernández, quien luego entregó a sus cómplices.

En esa primera versión, los implicados afirmaron que Mónica no había cumplido con un pago de 10.000 dólares que se le había dado para la compra de droga. Dijeron que la joven despilfarró el dinero y mantuvo una relación sentimental con un teniente del Ejército, pero la versión no fue verificada. Luego, de manera sorpresiva, Fernández cambió su declaración, se inculpó y dio datos sobre la ubicación de otra víctima, Nayeli Lizarazu.

La joven de 19 años había sido declarada desaparecida el 15 de febrero de 2020. “Mi hija quería ser maestra, de la escuela inicial, decía que no había buenos maestros y ella quería superarse”, declaró ayer la madre de la joven, cuyo cuerpo fue exhumado a 10 metros de donde se encontró enterrado el de Mónica. Los móviles de su muerte, según Fernández, también fueron pasionales, pues la víctima influyó en el rompimiento de una relación que él tenía con otra mujer.

El tercer cuerpo hallado ayer fue el de Beatriz García Ustariz, de 30 años, cuyos familiares la reportaron como desaparecida en 2017. Su cuerpo fue encontrado envuelto en una bolsa de yute de color celeste. Horas más tarde, los investigadores dieron con los restos de Margarita Maldonado, de 25 años, a quien se vio por última vez en 2018.

“Durante este lunes se realizó un intenso rastrillaje en la zona de Tres Arroyos y pudimos encontrar un cuarto cuerpo de sexo femenino, la probable causa de la muerte sería por asfixia mecánica por estrangulamiento, esto podrá ser corroborado con la autopsia que realizará el Instituto de Investigaciones Forenses”, dijo ayer la fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzales.

Fernández se sometió a un proceso abreviado luego de admitir el feminicidio de Mónica Olmos y fue sentenciado a 30 de años de cárcel, en el penal de máxima seguridad de El Abra. Entretanto,  Guevara y Zapana se encuentran con detención preventiva en el penal de San Sebastián del mismo departamento.

Rojas afirmó que por el momento no se tiene reportes de otras mujeres reportadas como desaparecidas en la zona, aunque aún se investiga.

 

Defensoría exige  celeridad en investigación

Alarma La Defensoría del Pueblo expresó ayer su “alarma” por los casos de mujeres asesinadas en la localidad de Villa Tunari. “Preocupa a la institución defensorial que se haya encontrado un lugar –que con probabilidad fue utilizado para ocultar casos de feminicidio o con participación de miembros del crimen organizado– para enterrar a sus víctimas, que de acuerdo a información preliminar del Ministerio Público  existiría un modus operandi idéntico, con actos de violación y abuso con extrema crueldad hacía las cuatro mujeres víctimas que terminaron en feminicidio”.

Celeridad “La Defensoría del Pueblo exige a la Policía Boliviana, al Ministerio Público y al Órgano Judicial, a dar celeridad a las investigaciones para identificar a todas las personas involucradas en estos actos de violencia y sancionarlas con todo el rigor de la ley, a fin de sentar precedente frente a actos que como sociedad no se pueden permitir, mucho menos al tratarse de hechos que a priori estarían relacionadas con feminicidios o el crimen organizado”, señala un comunicado de prensa difundido la tarde de este lunes por esa institución sobre los hallazgos de cuatro mujeres enterradas.

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