¡Solo con unidad recuperaremos la democracia!


Quiero remarcar mi posición. La hice pública mucho tiempo atrás, ahora se vuelve un imperativo para todos los actores políticos: ¡ SE UNEN TODOS O LOS ACABAN UNO POR UNO! Este es el nivel del conflicto que ha instalado el MAS luego de disminuir su caudal electoral en las elecciones subnacionales.

Los únicos que aprendieron la lección de los 21 días fueron los masistas, nosotros nos farreamos esa primavera de reconquista de la democracia.



Desde México comenzaron a implementar su estrategia de retorno al poder, se movió toda la maquinaria internacional del Foro de San Pablo, del Grupo de Puebla que creó Cuba con el Servicio de Inteligencia (G2) y sus operadores políticos. A esta iniciativa se sumaron Venezuela con las FARC y el ELN. Necesitaban recuperar Bolivia para ampliar su área de influencia en el Cono Sur. Lo lograron mientras nosotros estábamos peleándonos en nuestras miserias humanas, discutiendo quién salía segundo, en unas elecciones que el MAS las tenía controladas.

La detención de Jeanine Áñez, algunos de sus ministros, miembros del alto mando militar y la Policía, nos demuestra que el MAS está dispuesto a todo, sin importarle las formas jurídicas. Las declaraciones de la Iglesia católica, que hasta el momento han sido las más coherentes, los comunicados internacionales, la posición de 20 ex presidentes latinoamericanos, artículos de prensa internacional no les hacen mella. Han decidido avanzar en su estrategia discursiva del golpe de Estado para restar legitimidad a Jeanine Áñez y Luis Arce Catacora. Quieren instalar a Evo Morales como el único legítimo, como la víctima de una conspiración y de un golpe de Estado.

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En este aspecto, el MAS está dispuesto a jugársela por completo, ha ganado el sector radical del masismo, imponen la tesis del golpe para saciar la sed de venganza de Evo y su entorno. El presidente Arce está neutralizado y le es más cómodo ser partícipe de esta estrategia porque él es un convidado de piedra, no tiene base social propia, ni manejo parlamentario, no tiene bancada que le responda y tampoco es un hombre que pueda o quiera competir con Evo el liderato histórico del MAS. Se siente cómodo y es servil con la estrategia de acabar con el poco vestigio de libertad que todavía existe en Bolivia. El problema de fondo es que el liderato de Evo Morales no puede sobrevivir en democracia, ya cruzó el umbral de las formalidades de la democracia liberal.

Fui colega de Evo durante 8 años en el Parlamento, lo conozco: Evo no negocia, te vence o lo derrotas. Se sienta en una mesa de negociación solo cuando percibe la derrota.

En los movimientos políticos de masas, el tensionamiento unifica, están logrando unificar al MAS. El MAS ha enfocado a sus víctimas, empieza con los militares y policías para darle un estate quieto a ambas instituciones, las que se unieron con su pueblo en noviembre de 2019 y se negaron a reprimirlo; luego siguen con los funcionarios públicos del más alto nivel. ¿Por qué empezaron con Jeanine y la tratan inhumanamente? Para mostrar a la población que están dispuestos a todo y contra todos, en su afán de consolidar una dictadura tipo cubana, venezolana o nicaragüense. La comunidad internacional reclama por los muertos, presos políticos y exiliados, nadie reclama por los asustados y amedrentados. Aquí está la primera categoría: los presos.

Están los que claudican, aquellos que no tienen la fortaleza espiritual ni tampoco las posibilidades de salir del país, no pueden soportar un encierro permanente en las cárceles de Bolivia y son utilizados por el régimen en los juicios amañados montadas por los parafiscales, con testigos falsos. Son debilitados moralmente y luego de usarlos, los desechan.

Por último, está la categoría de aquellos que negocian su sobrevivencia política, en esta ingresarán muchos funcionarios electos, que a cambio de declaraciones aparentemente hostiles, se convierten en opositores funcionales, acuerdan con el Gobierno sobrevivir, presentan candidaturas inexplicables, y en muchos casos se prestan a dividir la oposición, facilitando el triunfo del MAS.

Para las fuerzas democráticas, este no es el mejor momento de enfrentar el conflicto, la heterogeneidad de la oposición, la inexperiencia y el egocentrismo de los nuevos actores políticos juegan en contra. El tema de fondo para los demócratas bolivianos: ¡no es si hubo golpe de Estado o no! La opción es: democracia o dictadura.

Es urgente la unificación de la oposición, si vamos a enfrentar en las calles de manera pacífica y firme a estas tentaciones autoritarias, necesitamos un solo discurso, una sola estrategia, un equipo que represente a las organizaciones políticas, cívicos, plataformas y sociedad civil, que tenga interlocución valida y creíble. Es la única manera de enfrentar con éxito esta batalla.

No podemos fallar, el MAS en su estrategia de poder la ha definido como la madre de las batallas, y nosotros no la estamos tomando en su verdadera dimensión. Tengo este temor, leyendo la historia de la consolidación de los gobiernos autoritarios en América Latina, primero viene la confrontación, acorralan al pueblo en las calles, luego viene la desmoralización y por último el éxodo. No quiero que Bolivia sea como esos países que no tienen libertad, justicia; con más habitantes viviendo afuera que adentro. Enfrentemos esta etapa con firmeza, decisión y en paz.

 

Fuente: El Deber