Pese a su demanda, ninguna autoridad protegió la vida de Wilma

La medida de protección que dictó la Fiscalía para velar por la integridad de Wilma Flores Zurita, el mismo día de la denuncia por violencia contra su expareja, el feminicida Marcelino Martínez Arenas (38), no fue ejecutada, no hubo quién la haga cumplir, hasta que sucedió lo peor.

La víctima que pidió ayuda fue asesinada por su expareja de la manera más cruel, hecho que conmovió a la sociedad cruceña.

El día de las agresiones



Registros de los fiscales, Gerardo Balderas y Marina Pérez, asignados al caso, en la radial 17 y medio, a los que accedió EL DEBER, señalan que el 21 de marzo a las 14:50 en la casa de Wilma se registra la violencia. Ella es agredida por Marcelino Martínez; su mamá de la tercera edad, trata de defenderla y también es agredida.

Los registros señalan que en el hecho también aparecen en el escenario otras personas, vecinos que vieron la agresión actuaron en defensa para frenar al agresor que recibió puñetes y palazos.

Cerca de las 15:00, Martínez es arrestado por policías y vecinos. Poco después se formula la denuncia y Martínez ingresa a las celdas, mientras el fiscal emite órdenes para el forense, informes sicológicos y otros.

Al siguiente día llega el informe forense que establece 4 días de impedimento para Wilma Flores y 9 para Marcelino Martínez.

La defensa de Martínez también sentó denuncia contra Wilma por lesiones y contra los policías por mantenerlo detenido pese a las heridas. Asimismo, la mamá de la víctima formuló otra denuncia en contra de Marcelino Martínez.

Fue así que el fiscal Gerardo Balderas dictó medidas de protección para Wilma, Martínez tenía que abandonar la casa, no acercarse a ella, no perseguirla. El fiscal al no recibir informes sicológicos y por el estado de salud de Martínez, dictó cese de arresto.

Este lunes, un día después de la muerte de Wilma Flores, la Defensoría recién hizo llegar el informe sicológico a la Fiscalía, que solo ratificaba la denuncia de la víctima y su relato de los ultrajes.

Para los fiscales Gerardo Balderas y Marina Pérez, no hubo quién haga cumplir las medidas de protección. Se reconoce un vacío por la falta de una unidad que haga cumplir cientos de medidas de protección que se emiten en Santa Cruz, en auxilio de mujeres maltratadas.

Pesquisas y una auditoría

El abogado de la víctima, Humberto Orellana, lamentó la falencia en los organismos para hacer cumplir las medidas de protección y en este caso que ocasionaron la muerte. “Wilma peregrinó, esperó por todos lados. En todas partes le pedían dinero para hacer las diligencias, ella era pobre, se ganaba la vida vendiendo pollo y era maltratada. Nadie apareció para ayudarla, ahora en muerta muchos aparecen en medios”, dijo Orellana, al agregar que la Gobernación a través de Gestión Social, está dispuesta a pedir una auditoría al caso.

Los restos de Wilma Flores, fueron enterrados ayer en un cementerio del Plan Tres Mil.