El presidente Lucho Arce: «La calamidad de la pandemia se ha convertido en un hecho que a diario nos arrebata a mujeres, hombres, niños, jóvenes, ancianos, todos ciudadanos que no merecían un final de angustia y sufrimiento».
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Bolivianas, bolivianos, ciudadanos de mi patria, para todos ustedes buenas noches.
Desde hace más de un año, el dolor ha alcanzado a nuestras familias. La calamidad de la pandemia se ha convertido en un hecho que a diario nos arrebata a mujeres, hombres, niños, jóvenes, ancianos, todos ciudadanos que no merecían un final de angustia y sufrimiento. Con cada uno de los más de 16 mil fallecidos en este tiempo de drama sanitario se ha instalado el dolor en familias, amigos, de forma injusta e inmerecida. Nuestras familias están hoy incompletas, todos tenemos el corazón abatido y no hallamos consuelo. Quiero transmitir a todos quienes han perdido a un ser querido, que hoy son ellos la fuerza con la que cada día debemos enfrentar este peligro e inmerecido destino. En nosotros, su pérdida estará presente, recordándonos dónde debemos dejar nuestro mayor esfuerzo para llevar a los bolivianos a un tiempo de salud, bienestar y regreso a una nueva forma de vivir la normalidad. Nuestro homenaje a cada uno de ellos está en no cesar un solo momento del día en dejar mayores esfuerzos para salir de esta pandemia. Esta debe ser nuestra manera de honrar su memoria.
Nuestro gobierno comprende perfectamente que cada uno de ustedes tiene – adicionalmente al temor natural de la enfermedad – una preocupación extrema y sentida: su empleo, su actividad económica, sus inversiones, el pago de sus deudas. La situación económica del país se ha visto fuertemente paralizada por el impacto de esta crisis sanitaria y porque en todo el transcurso del año 2020 no se trabajó en medidas y decisiones económicas precisas, que hubiesen ayudado a evitar un colapso de los diferentes sectores productivos. Se perdieron empleos, se cerraron unidades de trabajo, los salarios muchas veces fueron reducidos y nuestros trabajadores, comerciantes, profesionales, agricultores, empresarios de la pequeña y mediana empresa vieron como sus actividades se reducían de forma alarmante y sus ingresos iban consumiéndose. A fines de 2020 la economía registraba una contracción de más del 11%. Este desastroso resultado, también significó un retroceso de las variables sociales reflejado en una tasa de desempleo urbana que pasó de 4,8% en 2019 a 8,7% hasta octubre de 2020; es decir, que en un año se duplicó el desempleo.
De similar forma, la pobreza extrema se incrementó en 0,7 puntos porcentuales, de 12,9% a 13,6% entre 2019 y 2020, y la pobreza moderada aumentó en 1,7 puntos porcentuales.
Cuando un hecho de crisis alcanza a una sociedad, solo el Estado es quien puede proteger a su sociedad. Durante todo el tiempo del año 2020 el Estado estuvo ausente y alejado de los bolivianos y bolivianas.
Estamos reconstruyendo nuestro país con el apoyo de todos ustedes; trabajamos en la reactivación del aparato productivo, estamos financiando a los pequeños y medianos productores, hemos enviado a la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley para proveer de recursos a los niveles subnacionales a fin de lograr la reactivación de las regiones.
Hemos empezado ya a recuperar el crecimiento de nuestra economía, para seguir por este camino de mejoría económica, es indispensable que nuestra población esté protegida de la enfermedad, necesitamos que cada uno de nosotros, realice sus actividades con la tranquilidad de sentirse más cuidado y protegido en su salud.
A la amenaza de la pandemia, sobre la salud y la economía de los bolivianos y bolivianas, nuestros estudios, informes e investigaciones nos advierten que esta tercera ola, que da muestras de estar en desescalada, exige que nuevamente nos preparemos para una cuarta ola donde, las mutaciones de las variantes, hacen que debamos ser más prevenidos y mejorar las formas de contención a la enfermedad.
Por todo esto, en cuidado de la salud de nuestra población, de la economía y trabajo de las bolivianas y bolivianos, nuestro gobierno profundizará las acciones en cada uno de los pilares que componen el Plan Integral de Lucha contra el COVID-19:
El PRIMER PILAR de nuestro Plan establece que debemos tener pruebas de diagnóstico masivas. Actualmente estamos realizando en el país más de 10 mil pruebas de diagnóstico diarias. Para que no haya posibilidades de que nuestra población quede sin realizarse diagnósticos gratuitos, el gobierno ha adquirido un lote de 4,3 millones de pruebas diagnósticas: 2,2 millones adquiridos a inicio de esta gestión y 2,1 millones haces unas semanas atrás tanto de pruebas antígeno nasal como reactivos para la PCR en Tiempo Real, que serán repartidas a las diferentes regiones y gobiernos subnacionales del país.
El SEGUNDO PILAR del Plan de lucha contra la pandemia ha sido el trabajo de coordinación con los gobiernos departamentales y municipales. Esta no fue una tarea simple y de fácil relación. Se debe comprender, y lo hemos dejado muy claro desde un primer momento, que las RESPONSABILIDADES SON COMPARTIDAS porque así está diseñado nuestro sistema salud: el gobierno central asume determinadas responsabilidades y las instancias departamentales y municipales deben cumplir con las suyas. Nuestro gobierno se encarga de facilitar pruebas diagnósticas masivas, de entregar vacunas y otorgar recursos en el marco del Sistema Único de Salud.
Por su lado, municipios y departamentos, deben abastecer los centros de salud y hospitales que se encuentran bajo su jurisdicción y responsabilidad.
No PUEDEN faltar medicamentos, insumos, oxígeno y equipamiento necesario ya que deben garantizar la atención en todos los servicios de salud de acuerdo a la Ley Marco de Autonomías. Tienen en este momento los recursos suficientes y de disponibilidad inmediata para abastecerse de forma previsoria frente a las necesidades que genere una nueva ola de contagios.
Las gobernaciones cuentan hoy con 239 millones de bolivianos desembolsados a través del Sistema Único de Salud para diferentes requerimientos de los hospitales de tercer nivel. Los Municipios, por su lado, deben destinar mínimamente el 15,5% de su presupuesto a establecimientos de primer y segundo nivel. Ante la posibilidad real de una cuarta ola, hemos comunicado a través del Ministerio de Salud, que los gobiernos departamentales, municipales y la Seguridad Social a través de sus SEDES, Direcciones de Salud y Gerencias Nacionales tomen las siguientes previsiones:
- Realizar la vigilancia activa de casos.
- Dotar de medicación suficiente y prever cantidades suficientes de medicamentos para terapias intensivas.
- Implementar centros de oxigenoterapia temprana
- Proveer de equipos de protección al personal médico.
- Ampliar en este tiempo las capacidades resolutivas de los establecimientos de segundo y tercer nivel.
- Deben implementar una estrategia comunicacional de concientización e importancia de la vacuna y las medidas de prevención.
El TERCER PILAR que venimos implementando desde el mes de enero tiene que ver con el proceso de inmunización de la población. Hasta el día de hoy han llegado al país 4.016.050 vacunas. De esta cifra corresponden a primeras dosis 2.390.661 vacunas y, 1.625.389 a segundas dosis.
Tenemos actualmente una población vacunable de 7.180.428 personas. Con la cantidad de vacunas recibidas estaremos vacunando en primera dosis a un 33% y en segunda dosis a un 23% de nuestra población.
Nuestro gobierno entiende que el proceso de vacunación necesita ser mucho más consistente. Por ello, hoy anunciamos la adquisición de un nuevo lote de SEIS MILLONES DE VACUNAS Sinopharm. Entre el mes de julio y agosto, el país podrá contar con estas cantidades que son imprescindibles para acelerar el proceso de vacunación MASIVA a nivel nacional. De esta manera, estimamos que, a partir del 10 de julio, arribarán a nuestro país UN MILLON DE VACUNAS cada 10 días.
De igual forma, anunciarles la confirmación de que ya en los siguientes días estaremos recibiendo un total de 500.000 primeras dosis Sputnik. Debo decir de forma clara, para tranquilidad de nuestra población, y de todos aquellos comentarios temerarios y malintencionados, que las segundas dosis de la vacuna Sputnik están GARANTIZADAS.
En el mes de julio llegarán al país 225.000 segundas dosis. En el mes de agosto otras 400,000 segundas dosis. Finalmente, en el mes de septiembre tendremos 100.000 segundas dosis más. Estamos trabajando en las cuestiones logísticas que van a permitir que las segundas dosis lleguen antes de los 90 días necesarios entre la primera y la segunda vacuna.
Asimismo, hemos logrado que a través del mecanismo COVAX se priorice a Bolivia con una donación de 1.008.000 vacunas Jansenn de Jhonson & Jhonson, estas vacunas que son UNA SOLA DOSIS se sumarán a nuestro plan de vacunación en los próximos 15 días.
Todo esto quiere decir que durante el mes de JULIO y AGOSTO tendremos ya en el país más de OCHO MILLONES DE VACUNAS para inmunizar al pueblo boliviano. De esta forma estaremos, cerca ya, del total necesitado de vacunas gratuitas para todos los bolivianos y bolivianas.
A partir de este masivo abastecimiento de vacunas que garantiza NUESTRO GOBIERNO, hemos tomado la decisión de ampliar el proceso de vacunación a partir de los 18 años en adelante. Así, la vacuna estará disponible en primeras y segundas dosis, para toda la población vacunable de nuestro país a partir de este jueves 1° de julio. Esta es una decisión trascendentalmente importante que nos situará como uno de los primeros países en adoptar una medida de protección para toda su población en edad de vacunación.
Este esfuerzo importante del gobierno de los bolivianos y bolivianas, exige un compromiso de ayuda y colaboración desde todos los sectores. Llamamos al conjunto de MEDIOS DE COMUNICACIÓN, las redes de canales de televisión, la diversidad de radios, los medios impresos y digitales, todos en su conjunto y sin exclusiones, puedan iniciar una campaña de difusión, sostenida y voluntaria, de información, prevención y vacunación. Es el momento de dar, de ayudar y de expresar solidaridad con las necesidades de todos los bolivianas y bolivianos.
No puedo concluir estos anuncios sin reconocer y agradecer en justicia a todos aquellos que día a día y en cada hora, están en la batalla permanente contra la pandemia. Enfermeras y enfermeros, médicos, personal de apoyo en centros de salud, laboratoristas, profesionales de terapia intensiva y otros.
Hoy pensando en todo este tiempo de pandemia, quiero dejarles a ustedes una reflexión: vivimos un momento de aflicción para nuestro país, se pierden vidas por la enfermedad y se extinguen las oportunidades económicas si no estamos fortalecidos en nuestra unidad como sociedad, como bolivianos. No tengo absolutamente ninguna duda que vamos a salir adelante de este momento de crisis sanitaria y lo haremos protegiendo la vida de todos.
EL pueblo boliviano se fortalece cuando enfrenta unido los tiempos complejos, apoyándose unos a otros, con solidaridad y hermandad entre todos los sectores sociales y dejando de lado la apatía individualista. Necesitamos vacunarnos, distanciarnos de las campañas de desinformación. Solo si la mayor parte de la población está inmunizada estaremos más seguros. Saludos todos los emprendimientos que promueven la vacunación y que ayudan a reactivar las actividades económicas del país. Tenemos que seguir utilizando el barbijo, desinfectarnos las manos, mantener la distancia social y evitar las aglomeraciones.
Hoy ya estamos mejor protegidos, si caminamos juntos y unidos, inseparables en la adversidad, iremos poco a poco retornando a la normalidad.